Año CXXXIV
 Nº 49.230
Rosario,
miércoles  05 de
septiembre de 2001
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Activar la alarma
Los daños por un accidente cerebrovascular pueden detenerse
Es necesario reconocer los síntomas y acudir rápidamente a la consulta

Belén Travesaro

El ataque cerebral o accidente cerebrovascular -aparición súbita de síntomas causados por problemas circulatorios en el cerebro- afecta anualmente a más de 80.000 argentinos. Aproximadamente un tercio de ellos mueren. Mientras que "si las personas conocen los síntomas y son atendidas rápidamente a través de nuevos tratamientos, el daño se puede detener", advirtió el doctor Sebastián Ameriso, especialista en neurología.
El doctor Ameriso coordina un equipo de médicos que actualmente trabaja en un programa de difusión, diagnóstico y tratamiento del ataque cerebral. "El objetivo del plan es educar sobre los síntomas y riesgos del ataque cerebral, ya que la mayoría los desconoce", dijo Ameriso.
Para la puesta en marcha del proyecto fue invitado a Rosario el doctor Francisco Murillo Cabezas, quien se desempeña como neurointensivista en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, España, de una vasta experiencia en estrategias de prevención de la enfermedad. "Por medio de campañas de educación, dirigidas no sólo a la opinión pública sino también a los profesionales médicos, hemos conseguido en Andalucía que más del 47% de la población se haga atender de manera precoz", dijo Murillo Cabezas.
Dichas campañas enfatizaron la importancia del reconocimiento temprano de la sintomatología para poder pedir ayuda a los sistemas de emergencias o centros asistenciales lo antes posible. "Esto aumenta la posibilidad de sobrevivir y recuperarse", contó el especialista.
El profesional español agregó que si bien en los últimos 20 años se han producido avances en relación al tratamiento de la enfermedad, "estos no llegan a la población porque los afectados acuden al centro asistencial tardíamente por el desconocimiento o la negación de los síntomas".

Hipertensión y colesterol
Entre los principales factores de riesgo se encuentran la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo y el colesterol alto.
Una de las señales del ataque cerebral son debilidad o adormecimiento repentino de la cara, brazo o pierna (usualmente de un lado del cuerpo); aparición brusca de dificultad para hablar; episodio de pérdida de la visión o visión doble; mareo, vértigo o pérdida de la estabilidad.
De acuerdo a los especialistas, el desconocimiento del significado de estos síntomas influye en que se llegue demasiado tarde al hospital, cuando las secuelas son imposibles de revertir.
El doctor Murillo Cabezas citó como factor predisponente el haber padecido un ataque cerebral anterior. "En general la gente cree que luego de un ataque no le va a volver a ocurrir un segundo o tercero, sin embargo esto es altamente probable".
La edad también es un factor de riesgo, ya que generalmente aparece luego de los 50 años. La incidencia de la enfermedad se duplica con el paso del tiempo.

Contra reloj
"Los tratamientos actuales pueden minimizar el daño cerebral cuando se administran dentro de las primeras horas de presentarse los síntomas. Es fundamental que el paciente o quienes presencian el episodio reconozcan con la mayor precisión posible el horario del comienzo porque porque a partir de ese momento se comienza a correr contra reloj. La "ventana" de oportunidad para tratar la afección no es infinita, el tiempo que transcurre desde el comienzo hasta que el daño es irreversible es de 3 a 6 horas", explicó Ameriso.
Los accidentes cerebrovasculares pueden ser hemorrágicos (cuando se rompe una arteria); isquémicos (cuando se tapa una arteria), y una malformación congénita (aneurisma), entre otros.
"La mayoría de los ataques son isquémicos. Se tratan con medicamentos cuya función es disolver el coágulo y reestablecer la circulación en la zona afectada. "El modo de prevenir episodios más graves es dejar de fumar y realizar actividad física continuada", enfatizó Ameriso.
El programa de ataque cerebral ofrece un teléfono gratuito: 0800-5555228, al que se puede llamar para pedir información sobre la enfermedad y orientación sobre cómo manejarse ante un episodio agudo.



Ameriso y Murillo Cabezas: "El daño puede minimizarse".
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