La propuesta que circuló en la última reunión de la comisión de Planeamiento del Concejo para que la polémica por la capilla de Fisherton obtenga un dictamen de especialistas fue bien vista por la titular del Programa Municipal de Preservación del Patrimonio, Viviana Cicutti. "Sería una buena estrategia para despolitizar el tema y sacarlo de una disputa entre partes", afirmó. Sin embargo, pese a lo caliente del tema, los concejales no llegaron a ningún acuerdo para derivar el proyecto al área municipal. "Todo quedó en puntos suspensivos", admitió la presidenta de la comisión del cuerpo, Gladys Comba, para afirmar que el proyecto presentado con aval del Arzobispado por el párroco de Cristo Rey, Libio Gorza, sólo volverá a debatirse el lunes próximo en la comisión si existe un pedido de preferencia o demasiada "presión desde afuera". Pero la cuestión ya trascendió la frontera municipal: la intervención en la capilla -que sus detractores definen como demolición- recibió críticas de la directora del Archivo General de la provincia, Ana María Cecchini de Dallo, quien instó a que "no se proceda a su destrucción" y "se busquen soluciones alternativas".
El tema llegó anteayer al Concejo Municipal porque para llevar adelante el proyecto propuesto por Gorza la obra debe recibir el okey en dos excepciones a las normas del Código Urbano vigente. Se trata de los permisos para construir casi 600 metros cuadrados más que los permitidos en la superficie y avanzar sobre la servidumbre de jardín dispuesta por las normas de construcción en Fisherton.
Para obtener esos permisos, el proyecto debe pasar primero por la Comisión de Planeamiento, en cuya última reunión generó mucho debate sin llegar a ningún puerto y ni siquiera se acordó remitirlo al Programa de Preservación municipal, como propusieron algunos ediles.
"Esa idea no prosperó y al final no se llegó a ninguna conclusión", dijo Comba, quien admitió que el tema aparece por ahora como "incierto", pues no se sabe si volverá a tener pedido de preferencia para tratarse en la próxima reunión. De todos modos, la concejala adelantó que difícilmente no se generen novedades, como parece indicar la "presión desde afuera" que ejercen los vecinos contrarios a la obra y los medios de comunicación.
Desde el propio Programa de Preservación, sin embargo, ya están dispuestos a darle cabida al tema si es que los concejales deciden pedir un dictamen a los especialistas de la comisión asesora. "Me parecería bien tener una opinión técnica porque el tema está politizado y genera enfrentamientos entre partes", admitió la directora del área, Viviana Cicutti, quien prefirió no emitir una opinión sobre el proyecto antes de que la comisión lo analice y de tenerlo en sus manos.
Soluciones alternativas
La que sí se expidió sobre la intervención en el edificio, de principios de siglo y decretado hace años de valor urbano y patrimonial, fue la directora del Archivo General de la provincia. Frente al "posible valor histórico de la construcción", Cecchini recomendó "no proceder a la destrucción" y avanzar en la búsqueda de "soluciones alternativas".
Entre ellas, la funcionaria recordó una de las propuestas de los detractores de la obra para que el nuevo santuario se levante en el campo de deportes del Colegio Stella Maris, dependiente de la parroquia. Para fundamentar esa idea, recordó que el predio se encuentra "a pocas cuadras de la capilla donde hoy se realizan las ceremonias religiosas" y fue adquirido "con el aporte de la comunidad".
Cecchini consideró conveniente que los especialistas y las autoridades vinculadas al patrimonio urbano tomen cartas en el asunto. Para ello, incluso, ofreció toda la información que se encuentra disponible en su repartición.