Año CXXXIV
 Nº 49.230
Rosario,
miércoles  05 de
septiembre de 2001
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Desarrollarán en el espacio una invención de químicos argentinos
Se tratará de probar por medios sencillos el comportamiento de los cristales de silicio

La próxima misión del transbordador estadounidense Endeavour, en noviembre, llevará consigo el primer experimento químico que la ciencia argentina desarrollará en el espacio. El experimento, de investigadores de la Universidad de Morón (UM), partirá en la misión STS-108 de la administración aeroespacial estadounidense (Nasa) el 29 de noviembre, organizada para llevar al espacio partes de una futura estación internacional.
El Endeavour cargará en un mismo contenedor metálico otros seis experimentos argentinos, cuatro de física, uno de geofísica y otro de biotecnología, de investigadores de las universidades Tecnológica Nacional (UTN) y del Comahue (UNC).
El experimento químico tiene trascendencia internacional, porque intenta probar -por medios más sencillos que otros anteriores estadounidenses y japoneses- el comportamiento de cristales de silicio cuya condición de semiconductores dieron vida al chip electrónico y a los paneles de energía solar.
Las expectativas de los investigadores de la Universidad de Morón, responsables del experimento de química, sobre formación de cristales en microgravedad, estarán puestas en un dispositivo de 25 centímetros de largo por 10 centímetros de ancho.
"La química investiga hoy en el mundo básicamente dos cosas: sobre moléculas y sobre conducción", dijo uno de los responsables del experimento sobre formación de cristales, Héctor Fasoli, profesor de química inorgánica en Morón.
Los siete experimentos serán registrados durante los diez días de la misión por instrumentos de medición, desde una computadora a bordo, y por filmadoras, necesarias para seguirlos como en el caso del comportamiento de las gotas de agua.

Diseño nacional
La estructura, las partes mecánicas, la computadora y las baterías necesarias para el experimento, incluso el control para activarlos por parte de los pilotos, fueron diseñados enteramente en la Argentina, con apoyo del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas (Citefa).
El Paquete Argentino de Experimentos (Pade), como se llamó al conjunto, incluye uno sobre movimiento geofísico de líquidos, de la Universidad Nacional del Comahue y otro sobre exposición de semillas al espacio, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y de la Universidad Tecnológica de Santa Fe.
Los restantes experimentos son de física: transporte de líquidos en tuberías no circulares (Comahue), vibraciones de superficie en gotas de agua (Comahue), migración de gotas y burbujas en microgravedad (Comahue) y registrador de aceleraciones máximas (UTN-Haedo).
La Asociación Argentina de Tecnología Espacial (Aate), dirigió el proyecto, en el que se invirtieron unos 100 mil dólares, una cuarta parte sólo destinada a "rentar" un lugar para los experimentos en el transbordador.
"Es la primera carga argentina que va al espacio y regresa. Y hemos aprendido a hacerlo con poca plata", dijo Pablo De León, presidente de la Aate. La asociación, formada a principios de los 80, trabajó con la Nasa estadounidense en 1997, cuando hizo transportar experimentos en gravedad cero a bordo de un avión parabólico.
De León y varios de los investigadores responsables de los experimentos, viajarán varias semanas antes del lanzamiento para, entre otras cosas, responder a las exigencias de seguridad de la Nasa.



La invensión argentina partirá a bordo del Endeavour.
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