Año CXXXIV
 Nº 49.229
Rosario,
martes  04 de
septiembre de 2001
Min 10º
Máx 13º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Derivaciones del frustrado asalto a una empresa de cargas
Antes de un fatal intento de robo raptan a compañero de la víctima
La noche del sábado mataron a un custodio. A otro vigilador lo secuestraron horas antes y lo abandonaron en Campana

Ariel Etcheverry

La investigación por el sangriento intento de asalto a la empresa de transporte de cargas CTD, en el cual fue asesinado a balazos el custodio José Luis González, muestra algunas aristas oscuras a partir de un extraño episodio ocurrido un par de horas antes del hecho pero que recién trascendió ayer. Otro vigilador privado, que fue relevado por la víctima en su puesto de trabajo, fue secuestrado cuando retornaba a su vivienda y abandonado sano y salvo en la localidad bonaerense de Campana. Ante ello, los pesquisas pretenden saber si en ambos hechos actuó la misma banda delictiva y si así fue, ¿por qué raptaron a un hombre que ya había abandonado el predio asaltado?
Lo que sí tienen claro los investigadores, es que el frustrado robo tuvo como objetivo apoderarse de una importante carga de fármacos que estaba por llegar al depósito de CTD proveniente de Buenos Aires. Sin embargo, un error en la información aportada presuntamente desde el interior de la firma impidió a los delincuentes apoderarse de los medicamentos.
Fuentes policiales confirmaron a La Capital que la noche del sábado, cuando se produjo el crimen, debía llegar al predio de República al 7400 un camión procedente de la provincia de Buenos Aires con un cargamento de fármacos. Pero, inexplicablemente, el vehículo tuvo una demora de casi 24 horas. Allegados a la investigación comentaron que el dato del arribo del rodado pudo filtrarse desde adentro de la empresa, aunque de manera errónea.
"Fue una entrega, pero mal hecha porque tuvieron que matar a un vigilante que aparentemente se resistió y porque el camión terminó llegando mucho más tarde", estimó un investigador de la Unidad Regional II. La policía encontró en el lugar donde fue ejecutado González dos cápsulas servidas de pistola 9 milímetros.
Alrededor de las 23 del sábado pasado, José Luis González, agente de la empresa de seguridad Futuro SRL, efectuaba una recorrida de rutina por el cerco perimetral de la empresa. Estaba armado con una escopeta 11.70 cargada con balas de goma. Según voceros de la policía, dos hombres se le aparecieron luego de atravesar un alambrado e intentaron reducirlo. Pero al parecer González intentó defenderse y recibió un disparo en el abdomen y otro en una mano. El vigilador alcanzó a pedir ayuda, pero murió unas horas después en el Hospital de Emergencias.

Un extraño secuestro
Al momento de producirse el incidente, había cinco compañeros de González dentro del edificio y uno más en la caseta de vigilancia, pero nadie pudo ver algo. Ayer trascendió que el custodio asesinado había relevado a Héctor Verducci, otro empleado de Futuro, quien fue interceptado dos horas antes del crimen por un grupo de hombres cuando se dirigía a tomar el ómnibus para retornar a su casa.
Las fuentes consultadas no pudieron establecer si dentro de ese grupo estaban los dos hombres que se introdujeron en el predio o si eran parte de un "desdoblamiento" de la banda.
Lo cierto es que a Verducci le cruzaron un auto, probablemente un Fiat Duna, por delante cuando caminaba por calle República, a casi 100 metros de la empresa. De tres a cuatro hombres trataron de introducirlo al vehículo, pero como el vigilador se resistía le pegaron una trompada en la cara, y así lograron meterlo en la parte trasera. Inmediatamente lo hicieron agacharse, le cubrieron la cabeza con una campera y emprendieron la marcha. De esa forma y luego de un par de horas, Verducci fue liberado en Campana, desde donde se comunicó con su familia y regresó en colectivo.
Un funcionario policial comentó que el relato que hizo Verducci "sonó convincente", pero le surgieron algunas dudas: "Al parecer atravesaron puestos de peaje durante el secuestro. ¿Cómo un grupo de delincuentes se arriesgó a llevar a un hombre privado de su libertad en el asiento trasero de un coche arriesgándose a toparse con algún puesto policial en el camino?"



Los ladrones esperaban un camión con medicamentos.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados