Año CXXXIV
 Nº 49.229
Rosario,
martes  04 de
septiembre de 2001
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cartas
Un vacío difícil de llenar

Decía Avellaneda: "Los pueblos que no saben llorar sobre las tumbas de sus muertos gloriosos, pierden conciencia de su destino histórico". El 29 de julio de 2000 terminó con su vida nada menos que el creador del by pass y del primer trasplante de corazón realizado en el país. Me refiero al doctor René Favaloro. Es tan enorme el vacío que nos dejó que pasarán muchos años de enjundiosa dedicación para que otros científicos puedan tomar la posta de la ciencia que su ausencia nos provoca. Su nueva técnica de cirugía vascular ha salvado tantas vidas, que podemos afirmar que la ciencia mundial perdió a uno de sus genios. La medicina no se repone de la actitud que tuvo al adoptar una decisión tan drástica. A los argentinos nos faltó comprensión, grandeza, para valorar la obra que emprendió con la simpleza que caracteriza a los hombres que dan todo por el ser humano, y no reciben siquiera migajas de cariño, en su lucha por el bien. Fue en esencia un médico rural digno. La Sociedad Argentina de Cardiología palió con una medalla de oro, la irritante indiferencia. Las semillas de su sabiduría, darán los frutos que anheló, y los talentos que dejamos desperdigados por el mundo, volverán con el reconocimiento al bagaje científico aportado. No cometamos nuevos errores. Asumamos las responsabilidades y dejemos de subestimar a la inteligencia.
Manuel E. Wischñevsky


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