Una fórmula novedosa de asistencia a pequeñas y medianas empresas se pondrá en marcha en Santa Fe a partir de un acuerdo firmado entre el gobierno provincial y el Instituto para el Desarrollo Empresarial de Argentina (Idea). A diferencia de otras ofertas focalizadas esencialmente a cubrir necesidades parciales, en este caso se tratará de apuntalar la gestión integral de las pymes seleccionadas, con un plan de desarrollo para el mediano plazo. El auxilio no se instrumentará indiscriminadamente porque previamente se seleccionarán algunos rubros de actividad. La idea central consiste en armar redes de empresas, siguiendo el modelo italiano de asociatividad.
El programa se puso en marcha el martes pasado en Santa Fe, mediante un convenio rubricado por el ministro de la Producción, Miguel Paulón, y el titular de la filial Rosario de Idea, Oscar Genoval. El financiamiento correrá por cuenta del gobierno provincial, al menos en su primera etapa.
En diálogo con La Capital, el director ejecutivo de Idea, Rubén Puentedura, explicó los ejes de la iniciativa. Destacó que se trata de una experiencia innovadora en materia de asistencia a pequeñas empresas, si bien se tuvieron en cuenta antecedentes similares que se desarrollaron en Chile y Brasil.
"Vemos muchas alternativas sueltas de capacitación, consultoría y de apoyo a exportaciones. Aunque son valiosas, son todos manchoncitos, porque a las pymes les falta un marco de referencia integral para ordenarse. No queremos poner un parche sino ayudarlas a hacer un plan estratégico y acompañarlas en sus distintas alternativas de desarrollo", describió el ejecutivo de Idea.
Las políticas de asistencia son flexibles y se ajustan a las necesidades que plantea cada empresa o grupo de empresas:
u Facilitar el acceso al crédito a tasas preferenciales, previa "certificación" de un plan de negocios. Se trabaja sobre proyectos que ya están en marcha.
u Promover la asociación de empresas, ya sea para un compromiso de exportación como para trabajar sobre una cadena de abastecimiento.
u Asociaciones tácticas, como armar un pool de compras o compartir entre varios una misma cadena de distribución. Aunque no se producen cambios estratégicos, sí surgen nuevas oportunidades.
u Asociaciones de empresas que tienen un problema similar por resolver, aunque se traten de diferentes ramas de actividad. Por ejemplo, un salto de escala de empresa familiar a profesionalizada, o la existencia de capital de trabajo desaprovechado. Para este tipo de necesidades Idea tiene un convenio de intercambio con una fundación de Minas Gerais.
u Asistencia a empresas medianas que no están interesadas en avanzar en ningún tipo de sociedad pero sí pretenden optimizar algún aspecto de su proceso productivo.
Puentedura explicó que aunque el punto de partida pasa por estimular las capacidades asociativas no se trabaja a libro cerrado, porque la idea es buscar soluciones a la medida de las necesidades empresarias. También aclara que el programa que se puso en marcha está abierto al aporte de otras instituciones.
"Como no tenemos todos los recursos ni todas las habilidades vamos a trabajar con otra gente, además la idea consiste en ayudar a construir y luego llegará la hora de correrse, la intención es eternizar una estructura de asistencia".
-¿Están copiando algún modelo?
-Evitamos copiar, todos hablan de la Emilia Romagna pero es difícil trasladar los modelos. De hecho, ese esquema de asociatividad ni siquiera alcanza a llegar al sur de la bota de Italia. Pero sí tomamos cosas muy interesantes de Brasil y de las corporaciones de fomento de Chile, a partir de convenios de reciprocidad. También trabajamos con la Onudi (desarrollo industrial de la ONU), que tiene un presidente argentino.
-¿Es necesario que las empresas estén geográficamente agrupadas?
-No es una cuestión imprescindible porque hoy las nuevas tecnologías permiten trabajar a distancia. Si existe un socio estratégico clave se puede hacer, pero por cierto la concentración geográfica es un factor que ayuda.
-¿Ya efectuaron otras experiencias similares?
-Hemos desarrollado cadenas asociativas pero siempre con la presencia de una gran empresa convocante, que facilita las cosas. Pero ahora el motor tendrá que estar en el propio grupo de empresas, lo cual es todo un desafío. Es difícil, pero el proyecto nos tiene muy entusiasmados.
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La Ciudad
