Omar Bravo
Su esposo dice que es su jefa de campaña pero ella lo acepta a medias. "Hay un equipo, yo ayudo todo lo que puedo", dice casi con modestia. Pero Hilda González de Duhalde, Chiche para casi todos, no es precisamente tímida a la hora de hablar de la actualidad política. Y lo demuestra defendiendo abiertamente a su marido, Eduardo Duhalde, o criticando al presidente y a su gobierno. "Se pasan la vida como en asamblea universitaria, debatiendo, analizando, pero nunca ejecutando", disparó.
Chiche Duhalde dijo que quienes opinan sobre la unidad nacional y reclaman un gobierno de salvación nacional tienen "las mejores intenciones, pero en este país es muy difícil lograrlo por nuestra propia dirigencia, que hace casi imposible plantearse la salida. La política tiene a veces cosas muy embromadas, entre ellas el hecho de descalificar opiniones de políticos experimentados, como el caso de mi esposo, que hace dos años ya planteaba que la deuda externa había que renegociarla, que no se podía pagar. Estados Unidos hoy trabaja sobre esa idea y nos van a ganar de mano, van a ser ellos los que nos van a ofrecer la solución".
También descartó de plano las versiones que señalaban que Eduardo Duhalde sería jefe de Gabinete de Fernando de la Rúa después de las elecciones de octubre. "Tenemos una historia de buscar permanentemente a conductores que nos vengan a resolver los problemas, esperar que lo haga y después sentir que no tenemos nada que hacer. Al país no sólo lo sacarán adelante los partidos políticos sino las instituciones funcionando, la Justicia funcionando, los sindicatos ocupándose del trabajador pero no protegiendo a los ñoquis, los maestros educando y el ciudadano común comprometiéndose. Pero seguimos esperando al iluminado", sentenció.
Opinó que "no hay un proyecto de país", así como "tampoco un presidente que nos indique hacia adonde quiere llevarnos. Un presidente confuso, dubitativo, que deja que los demás tomen las riendas de la conducción, cuando todas las decisiones que hacen falta son políticas. Hay una enorme debilidad de carácter en el presidente, deja que lo lleven y se pasan la vida como en asamblea universitaria, debatiendo, analizando, pero nunca ejecutando".
También sostuvo que las campañas en favor del voto en blanco "indican que nuestro pueblo en muchos casos no quiere asumir el rol dirigente. Los dirigentes no nacen de un repollo, son votados por la gente y, cuando nos equivocamos, nos equivocamos nosotros, los argentinos".
Además, afirmó que su esposo debe "colaborar para la reorganización del PJ. Todos sabemos que el partido no tiene una conducción real: tiene una conducción formal y gobernadores exitosos que hoy son de hecho los que conducen al PJ. Es necesario que nuestro partido se reorganice".
Sin nombrarlo, Chiche Duhalde arremetió contra Carlos Menem, al asegurar que "en la presidencia del Partido Justicialista, que también era la Presidencia del país, estuvo una de las personas que más luchó para que él no ganara".
Si bien precisó que "falta mucho todavía" para el 2003, sostuvo que "hay que ver qué sucede en las elecciones legislativas, cómo se van posicionando los gobernadores, y después apoyar al que esté mejor con la gente. Sea quien sea".
"En este momento se visualiza fuertemente a (Carlos) Ruckauf y (José Manuel) De la Sota", dijo, aunque deslizó: "A Reutemann lo veo un poquito más alejado".
Finalmente, comparó a la ministra Patricia Bullrich con "un camaleón, se ha ido transformando, saltando de aquí para allá", pero expresó su respeto por la diputada Elisa Carrió: "Está trabajando convencida sobre informes que empiezan a correr el velo de una Argentina oculta que todos intuimos pero que nadie ha podido dilucidar. La tarea de combatir la corrupción que tanto nos interesa encuentra hoy en Lilita a una mujer que realmente se ha puesto al frente de algo que es muy importante".
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La Ciudad
