Año CXXXIV
 Nº 49.227
Rosario,
domingo  02 de
septiembre de 2001
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Entrevista. El ex jefe de Gabinete aseveró que el gobierno no cuenta la verdad
Terragno: "Estamos igual que en la época de la guerra de Malvinas"
El candidato a senador dijo que comparar el acuerdo con el FMI con un salvataje es una "mentira escandalosa"

Javier Felcaro

El candidato a senador nacional por el radicalismo porteño, Rodolfo Terragno, cuestionó con extrema dureza a la administración de Fernando de la Rúa, al poner en duda la veracidad de la difusión oficial de los alcances del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Es una mentira escandalosa. Estamos igual que en la guerra de Malvinas", disparó el ex jefe de Gabinete, quien aseguró que el resto del mundo tuvo la posibilidad de ver con otros ojos la intrincada negociación con el organismo de crédito. Algo que, según enfatizó el periodista y escritor, no ocurrió en la Argentina.
Durante una entrevista exclusiva con La Capital, Terragno también relativizó la efectividad de la convocatoria a un gobierno de unidad nacional y echó por tierra todas las especulaciones que rodean a la eventual realización de un plebiscito sobre el gasto político.
Tampoco se privó de volver a exigir un definitivo golpe de timón en la economía y, con suma diplomacia, evitó sentar posición acerca de los recientes cortocircuitos provocados en la cúpula de la UCR por los fuertes cruces protagonizados entre De la Rúa y el líder del centenario partido, Raúl Alfonsín.
-¿El choque entre De la Rúa y Alfonsín realmente quedó superado?
-Yo no me ocupo de las anécdotas sino de la política, donde actué como oficialista y opositor pero nunca entré en la discusión de episodios o actitudes personales. Jamás lo hice, ni lo voy a intentar ahora.
-El nuevo acuerdo con el FMI fue anunciado como un salvataje, pero siempre hay una moneda de cambio...
-No es cierto, es una mentira escandalosa. Estamos igual que en la guerra de Malvinas. Si usted lee lo que se publica en el país (que es lo que difunde el gobierno) tiene una realidad aparente, pero si accede a la prensa internacional se da cuenta de que sucede todo lo contrario. Además, hay que repasar el comunicado oficial del FMI sobre el acuerdo, porque la decisión fue no dar un salvataje. También se dijo que el problema argentino es la deuda, y no hay ningún ajuste fiscal que pueda generar los recursos para saldarla porque es impagable.
-Usted dijo que a Domingo Cavallo lo veía desorientado, pero sigue acumulando poder...
-Insisto, eso es una anécdota. La Afip estaba bajo su órbita y el arribo de (Armando) Caro Figueroa no mueve una aguja. Cavallo está desorientado porque no sabe qué hacer. Usted lo pone boca abajo, lo sacude y no se le cae una idea. Hay una política económica que lleva diez años y que fue impuesta por los sectores financieros. Es una consecuencia de la desindustrialización de la Argentina. Hoy, los actores sociales del conflicto son los bancos, de los cuales dependen el Estado, y los excluidos.
-¿Por qué De la Rúa licuó tan rápido su poder?
-Hace dieciocho meses llegó a tener un 70 por ciento de popularidad. Hoy, si llega a 10%, es mucho. Pero esto no ocurrió porque el presidente haya robado o protagonizado algún escándalo, sino por haber proseguido, mal aconsejado y presionado, una política que derivó en más recesión, más desempleo, más déficit, más deudas y más riesgo país.
-El entorno presidencial, con el que usted nunca sintonizó, no ayudó mucho.
-No sé realmente a qué le llaman entorno... A veces engloban bajo esa definición al hijo (Antonio de la Rúa) del presidente. Eso forma parte del anecdotario, de las internas por ver quién está más cerca del que gobierna. Pero yo no veo una conspiración, sino a gente que tiene una convicción y que lleva adelante una idea, desde mi punto de vista totalmente equivocada.
-Hay quienes especulan con que el plebiscito sobre el gasto político serviría para tapar una eventual derrota en las urnas.
-No puedo creer que haya gente tan ingenua. Si el gobierno llama a una consulta para preguntarle a la gente si hay que disminuir costos en la política, por supuesto que la mayoría va a decir que sí. Es una demanda que parte de todos los sectores de la sociedad.
-¿Qué pasará con la gente el 14 de octubre?
-Hay una falta de interés producto de la desilusión de aquellos que estaban esperanzados en encontrar respuestas a sus problemas a través del voto. Pero, una vez tras otra, fueron decepcionados. Tampoco hay una división de proyectos y el debate está clausurado, casi prohibido. Me parece que la campaña otorga alguna posibilidad, y por eso me resisto a entrar en discusiones secundarias.
-¿Comparte el llamado a un gobierno de unidad?
-Yo no estoy muy de acuerdo. ¿Por qué hace falta un gobierno de unidad, cuando lo que se necesita es un cambio en lo económico? De la Rúa fue electo en 1999 para administrar el país durante cuatro años y, ante el fracaso de esta política, es necesario sustituirla. Eso es lo que tienen que hacer, porque una democracia funciona así. También es indispensable una oposición que actúe como fiscal. No entiendo qué quieren decir cuando hablan de un gobierno de salvación... ¿Que gobiernen todos los partidos por sí mismos? Si nos sentamos todos para continuar esta política, es peor. Prefiero un sistema más ortodoxamente republicano.



El ex Jefe de Gabinete quiere volver a la Alianza original.
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