Fuera de foco

Walter Operto dijo que "La bicicleta" intenta generar una reflexión social

-¿Por qué reponés "La bicicleta"?
-Fue mi primer estreno en 1968, en el teatro Regina de Buenos Aires. Es una pieza que escribí un poco a pedido del director y crítico uruguayo Yirai Mossian, el mismo que estrenó "Nuestro fin de semana", de Roberto Cossa, y de Juana Hidalgo. Eran los comienzos del feminismo en el país y querían exaltar la lucha de la mujer por lograr nuevos espacios.
-¿Qué cambió después de 20 años?
-No hay una adaptación del texto. Decidimos que las señales de los 60 eran muy fuertes e irrepetibles. La puesta es atemporal porque si la pieza tiene algún mérito es que atravesó todos esos años, y una cantidad de obras donde el tema es el amor y los conflictos siguen siendo los mismos. Sólo los códigos de las parejas cambiaron un poco.
-¿Cuál es la trama?
-Cuenta la necesidad de una muchacha de vivir siempre enamorada y sostener el amor de la pareja como el primer día, confrontando todo esto con el personaje masculino que se siente quebrado, agobiado por la realidad económica.
-¿Hay una lectura política?
-No hay una lectura política definida, sino que ellos sufren el comienzo de los 60, del Mayo Francés, la etapa feminista de la Argentina, la presencia de la revolución cubana. El personaje masculino empieza a aproximarse a ese conflicto y ella decide comprarse una bicicleta para matar el aburrimiento.
-¿Cómo aparece el feminismo?
-En el discurso político, entre comillas, confrontando a aceptar esa convivencia rutinaria que le propone el matrimonio en aquellas estructuras, por lo cual se apuesta a romper las formas para salvar su pareja.
-¿Cómo se inserta esta pieza en el teatro de ese momento?
-Escribí textos sobre el teatro político, de ideas. Esta obra se inserta en un momento en que el teatro argentino estaba expresado por obras que tenían una condición casi realista naturalista. Como espectador me agotaba esa mirada y esta obra apareció como el resultado de querer hacer otro tipo de teatro.
-¿Como ligás el tema del amor al teatro político?
-Me habían pedido una obra de amor, y hablar de la revolución para nosotros en aquel momento era hablar del amor. La revolución cubana y la presencia del Che eran un acto de amor. Así que es política en ese sentido.
-¿Cómo se sostienen las ideologías después de la globalización?
-A raíz de la globalización el teatro argentino entró en una etapa de desorientación que se expresó cuando en los 80 mataron al autor, crearon directores que se adueñaron del espectáculo con la idea de competir con el cine o la televisión. Esto es parte de la globalización. Así como nos llegan las hamburguesas, también nos llega este tipo de expresiones sin sabor, atractivas por fuera pero sin ideas.
-¿Esta es tu forma de resistir?
-Creo que es una forma de defendernos de la globalización. La cultura es el único lugar que podemos defender, nos afirmamos en las ideas y en la identidad, cosa que hacen los narradores y el cine de autor. El teatro tuvo esos desvíos, pero creo que está volviendo a la huella.
"La bicicleta" va hoy, a las 20.30, en el Complejo Cultural de la Cooperación, Urquiza 1539.

Pareja de actores: Mariela Feugeas y Gastón Legaristi.