Marcelo Menichetti
María Elena Sosa presentará el espectáculo "Apostando desde acá" hoy, a las 20, en el Auditorio Fundación Héctor I. Astengo, Mitre 754. La folclorista rosarina cumple veinte años con la canción y el show de esta noche estará integrado, en gran parte, por las canciones de "Apostando", su nuevo álbum.
"La ciudad de Rosario es un semillero de cantores y de gente que hace las cosas bien. Este es mi lugar y quise hacer un espectáculo diferente a los acostumbrados", disparó la cantante litoraleña en un diálogo que mantuvo con Escenario.
"Quiero representar las raíces de mi realidad americana y de mi provincia de Santa Fe. Es necesario refrescar que alguna vez tuvimos La Forestal en el norte y eso es bueno recordárselo a la gente", enfatizó para explicar cómo será el show de hoy.
Dueña de una personalidad que le permitió actuar en sucesivas ediciones del Festival de Cosquín con buena repercusión en el público festivalero, la artista apostó a quedarse en Rosario y año tras año muestra en la ciudad sus nuevas propuestas artísticas.
-¿Cuál será la estructura del show?
-Al espectáculo lo dividimos en dos secciones. Primero mostraremos material de autores como Lalo de los Santos, El Canoero, Mario Alessandrini, Enrique Llopis, Rafael Ielpi y Orlando Veracruz, de quien hago "Santa Fe de mi querer". También hago un tema de (Astor) Piazzolla y (Horacio) Ferrer. En la segunda parte del show ya entro de lleno en "Apostando", mi nuevo disco, que tiene temas de amor más modernos, dentro de la música del Litoral.
-¿Habrá artistas invitados?
-Estará la dueña de una de las mejores voces de Rosario, que se llama Clarisa Baamonde. Pero en el escenario habrá otros protagonistas como Rubén Galván en la conducción y el humorista Raúl Echandía. También estará el grupo de ballet folclórico Abriendo Surcos, de Luciano Leiva, que hará las coreografías de algunos temas que yo canto.
-¿El público exige los espectáculos integrales?
-Depende del artista. Por ejemplo, Teresa Parodi puede agarrar su guitarra y hacer un espectáculo con eso solo. Yo no me lo propuse, pero además no estoy capacitada como ella para hacerlo. Lo mío es tratar de mostrar mi crecimiento vocal y el de mi grupo, que está integrado por músicos extraordinarios que me vienen acompañando desde hace mucho tiempo. Con respecto a la exigencia, creo que el público cada vez exige más y es bueno que lo haga porque nos obligan a mejorar de manera constante.
-¿Cómo ven a los artistas de Rosario los públicos de otras provincias?
-Respetan mucho a Rosario. Incluso los artistas dicen que el público acá es muy exigente. Yo sé que es mi público y lo repito muchas veces. Siempre digo que el principal sponsor de María Elena Sosa es la gente de Rosario.
-¿En los últimos años cambió la concepción que el público tiene del folclore?
-Creo que sí, pero también creo que están equivocados algunos conceptos. Cuando tenía 16 años, en 1982, fui Revelación en Cosquín y te puedo asegurar que eran otras exigencias comparadas con las de hoy. Para una cantante no bastaba una linda figura sino que debía tener toda una trayectoria.
-¿Y ahora?
-Ahora, si tenés una linda figura, agarrás la guitarra y si la gente te aplaudió dos veces, ya tenés una carrera. Algunos músicos nuevos no saben lo que están haciendo. Ni el Chaqueño Palavecino sabe algunas cosas de nuestras raíces. Por ejemplo, no sabía quién era Rufino Conde. Entonces por ahí uno se pregunta cómo no saben cosas esenciales. (Astor) Piazzolla solía decir: "¿Te gusta la música? Estudiá".
-¿Por qué se anima a programar un show en un teatro grande cuando muchos músicos optan por espacios chicos?
-Siempre lo hice y me emociono mucho porque en Rosario la gente me sigue. Esto me cuesta igual o más que a casi todos, porque soy una cabeza dura y no canto sólo canciones de amor sino que sé que soy una cantora popular y digo muchas cosas sobre un escenario que le molestan a mucha gente, sin embargo me apoyan. Donde voy tengo las puertas abiertas, pero eso me costó golpearlas durante muchos años. No necesité irme a Buenos Aires y después volver para llenar un teatro.
-¿Puede trabajar un folclorista si no participa de los festivales de verano?
-Puede, pero es mucho más duro. Las vidrieras de cada año son Jesús María y Cosquín, pero están manejados por un monopolio y cuesta mucho entrar. Se siente molesto aquel que tiene cierta trayectoria y sabe que lo que hace es bueno y tiene que esperar ante otros que, sin faltar el respeto, hacen ¡cada porquería...! Existe un manoseo como el que aguanté yo, que por dos años no estuve en Cosquín después de una continuidad de 10 años. Este año volví y comprobé que el público de Córdoba me sigue, pero hay cosas que no las maneja el público.
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La Ciudad
