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Injusto castigo para un perro

En el pequeño patio exterior de la casa de Mendoza 154 está sometido a un injusto castigo un perrito de algunos años que parece resignado a su suerte perruna. En los días de mucho calor de verano suele cobijarse bajo las plantas de algunos malvones y durante el crudo invierno soporta las frías noches y las lluvias que por la pendiente del piso corren hasta su cucha, la tierra de los malvones. Sorprende la actitud de su propietario porque el barrio Martin se distingue por su amor a los animales y por el cuidado de sus plantas. Se dice del perro que es un animal de costumbre. Yo dudo que el pichicho acepte tanta crueldad e invito al propietario de la casa a abrirle la puerta de calle. Veremos que hace el perrito. Si se queda o corre a la calle a gozar de la libertad que vale más que el mendrugo que este señor le debe tirar todos los días.
Doctora Elena Llambí