"La financiación pasa por un colador de malla cada vez más fina", indicó Héctor Vidal, presidente de la Cámara de Proveedores de Insumos de Santa Fe. Así resumió la reticencia que existe de parte del sector comercial de seguir siendo la fuente de financiamiento de los productores que no encuentran respuesta en los bancos. Según un relevamiento realizado por entidades privadas del sector, la respuesta que reciben los chacareros de parte de los proveedores es categórica: se agotó la capacidad de financiamiento de los empresarios y ahora requieren cierta certeza de pago de los productores, considerando el complejo horizonte económico que avizoran, coincidieron los proveedores de semillas y agroquímicos. En tanto, los proveedores explicaron que se trabaja con "bastante resquemor", debido a la incertidumbre que presenta la plaza financiera, por lo cual para resolver en parte el pedido de los agricultores, les piden la entrega de un cheque que, a su vez, giran a sus propios acreedores, aunque esa alternativa se está aplicando sólo con aquellos productores de larga trayectoria y solvencia comprobada en el mercado. A raíz de esos condicionantes impuestos para la provisión de insumos, operadores del sector reconocen que las ventas están bastante paralizadas, así como que prefieren mantener los productos en stock antes de arriesgarse a nuevas moras desde la producción primaria. El problema más acuciante, en el cual coinciden productores y proveedores de insumos, es la siembra inminente de granos gruesos, en particular la soja, que comenzaría a implantarse en octubre próximo y todavía no se avizora el lanzamiento de líneas crediticias específicas para encarar el implante.
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