Lucas Ameriso
Un informe elaborado por el Instituto de Estudios del Transporte de la UNR, el Banco Municipal y la Secretaría de Servicios Públicos reveló que las líneas con peor frecuencia de colectivos en la ciudad son las 103, 143 y 147, todas en manos de la empresa Martín Fierro (grupo de Agustín Bermúdez), mientras que las más cumplidoras corresponden a las 132, 125, 126 y 107, las que se reparten entre la 25 de Mayo (ex-Cotal), la Manuel Belgrano (grupo Luis Masaruto) y la firma Baigorria. Por otro lado, la empresa más eficiente en la relación pasajero-kilómetro es por lejos la línea K del troley. Los datos fueron entregados ayer por el titular de Servicios Públicos, Miguel Lifschitz, a varios concejales que integran la comisión de seguimiento del transporte. Entre los elementos a tener en cuenta se destaca el aporte mensual de 389 mil pesos que la Municipalidad le inyecta al sistema de colectivos para su mantenimiento. De este total, 300 mil se desprenden de la tasa de fiscalización al transporte, que al no cobrarse se reintegra a los empresarios, 23 mil pesos por el boleto ocasional y 60 mil por el canon que recibe el Ejecutivo del estacionamiento medido. Datos de julio revelan que el boleto ocasional a un peso representa menos del uno por ciento de las cancelaciones a bordo, contra las estimaciones oficiales que lo ubicaban en el dos por ciento. En otro ítem del informe se apunta a las frecuencias de las 620 unidades que circulan a diario por Rosario. El Instituto de Estudios del Transporte detectó que las líneas más incumplidoras con el horario son las 103, 143 y 147, las primeras dos de la empresa Martín Fierro y la tercera de la 25 de Mayo (ex-Cotal). Si se analiza a las más cumplidoras en la frecuencia (que en general oscila entre los 7 y 20 minutos) se concluye que corresponden a la 132 (25 de Mayo), 125 y 126 (Manuel Belgrano) y 107 de Transportes Baigorria. Pese a que la empresa Martín Fierro acumula incumplimientos, el grupo Bermúdez se lleva el mayor porcentaje de los ingresos. Un dato lógico, dado que esta empresa detenta la tercera parte del sistema. Quien se lleva los laureles es la línea K de troley, que registra el mejor índice de pasajero-kilómetro. "Los elementos que obtuvimos de la auditorías se hicieron en base a los grupos que presentaron ofertas en la licitación para el nuevo sistema de transporte. En general tienen rentabilidad positiva, pero cuando se les agregan las deudas, ahí entran en crisis", resumió Lifschitz, quien acotó: "El pasivo en general de los transportistas asciende a los 15 millones de pesos". Otro punto flojo es la distribución y comercialización de la tarjeta magnética. El dossier fijó un promedio de un puesto de venta del boleto prepago por cada 500 personas, pero se aconseja a la brevedad aumentar los puntos de expendio de tarjetas en las zonas noroeste, oeste y suroeste de la ciudad. En pocos días más, Lifschitz aguarda el lanzamiento de un plan de competividad para el transporte, que frene la caída del 12,6 por ciento en los ingresos que hubo durante estos seis meses de 2001 en el sistema local. "Se eliminaría el impuesto a la ganancia mínima presunta y el impuesto a los intereses de créditos bancarios. También se invitará al gobierno provincial a que reduzca el impuesto a los ingresos brutos en el transporte", remató Lifschitz.
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