Al menos 44 personas murieron y otras 40 resultaron heridas ayer a causa de una explosión seguida por un incendio en un edificio de diversión nocturna de seis pisos en el barrio de Kabukicho, en el centro de Tokio, en una de las peores tragedias que recuerda la capital del Japón, indicó la policía. El número de víctimas podría aumentar, ya que la mayoría de los heridos está en condiciones críticas.
El estallido ocurrió pasadas la 1 (las 13 hora de la Argentina) en uno de los centro de entretenimientos, bares, restaurantes y clubes nocturnos más concurridos los viernes por la noche en la capital japonesa.
La policía no aclaró la causa de la explosión, si bien se informó que se originó en un salón de juegos.
El Departamento de Policía Metropolitana de Tokio indicó que los muertos son 33 hombres y 11 mujeres, de acuerdo a los datos divulgados por la agencia de noticias japonesa Kyodo.
La mayoría de los heridos, internados en 16 hospitales de la capital, está en estado crítico.
Estaba repleto
Como todos los viernes a la noche y sábados a la madrugada, el edificio de seis pisos de Kabukicho, centro de la diversión nocturna de la capital japonesa, estaba repleto de gente, sobre todo jóvenes.
Varios testigos dijeron que la explosión ocurrió cuando un empleado de un salón de juegos de Mahjong (juego chino similar al dominó popular en Japón desde 1920) abrió una de las puertas del local.
El estallido causó un hueco de 50 centímetros por 1,50 metros en la pared del tercer piso del edificio, donde estaba ubicado el salón de juegos, colmado de gente.
Apenas ocurrida la explosión, cientos de personas que estaban en los pisos inferiores comenzaron a correr desesperadamente, mientras la parte superior del edificio comenzaba a arder.
Los que estaban en los pisos superiores corrieron hacia la terraza y fueron rescatados por bomberos y bajaron por las escaleras de emergencia.
El edificio, de 480 metros cuadrados, está ubicado cerca del prestigioso teatro Shinjuku Koma Gekijo, del centro de la capital japonesa.
Los equipos de rescate, bomberos, policías y paramédicos, trabajaron durante tres horas para sacar a los heridos de entre escombros y llamas.
Un hombre de 36 años fue el último en ser rescatado de entre las llamas, con vida, por los bomberos, poco después de las 4.30 (16.30 hora argentina).
A las cinco horas de declarado el siniestro los bomberos lograron controlar el fuego, mientras que desde los 16 hospitales de la ciudad llegaban las informaciones, cada media hora, de los heridos que no pudieron sobrevivir a las quemaduras y a las lesiones provocadas por las astillas de los vidrios de las ventanas.
La mayoría de las ambulancias de la ciudad acudió al lugar, donde se concretó la peor tragedia en la zona urbana de las últimas décadas de la capital.
Esta tragedia superó a la de 1982, cuando 33 personas murieron y otras 29 resultaron heridas al incendiarse el Hotel New Japan en el distrito capitalino de Akasaka.