El cadáver de un hombre joven, acusado por el robo de un local de repuestos de autos, se convirtió ayer a la tarde en el macabro centro de reunión de los vecinos que viven en cercanías de Entre Ríos y Presidente Quintana. El tiroteo que terminó con la vida del hombre ocurrió cerca de las 16.30 y puso ser escuchado por todo el barrio, aunque pocos fueron testigos a causa de la llovizna que caía en ese momento.
El joven fallecido fue identificado por la policía a última hora de anoche como Miguel Angel Cevallos, de 23 años. Recibió al menos cuatro impactos de bala y murió en el acto. Uno de los proyectiles lo alcanzó en la cabeza, y los otros en el tórax y una pierna.
El juez a cargo de la investigación del episodio, Alfredo Ivaldi Artacho, titular del juzgado de Instrucción N 9, indicó que el joven fue cercado por dos patrulleros alertados del robo a un comercio ubicado en San Martín y 24 de Septiembre, a 250 metros del lugar en el que fue interceptado. "Cuando quisieron identificarlo, comenzó a disparar", señaló el magistrado.
Vecinos de la cuadra indicaron que escucharon tres o cuatro disparos y después una docena más, "que sonaban como cohetes, como si provinieran de un arma a repetición". Algunos testigos señalaron que los policías comenzaron a disparar con sus armas reglamentarias "pero después siguieron con una ametralladora". Aunque el juez negó ayer que los uniformados hubieran utilizado un arma distinta a la reglamentaria, pistolas 9 milímetros.
El tiroteo ocurrió frente a una casa ubicada en Presidente Quintana 1250, cuyos habitantes no se encontraban en la vivienda. La mujer que vive en la casa, de nombre Judith y de 35 años, aseguró que pudo ver el cambio de disparos desde su lugar de trabajo, ya que que se encontraba a unos 30 metros, en la vereda del pasaje Hernandarias, que corta la calle Quintana justo frente a su casa.
La testigo señaló que la policía cercó al hombre que les disparó, y a quien le respondieron. "Cuando me acerqué, el hombre ya estaba tirado en el suelo. Si uno de los policías que estaba en el móvil no se agachaba, ahora habría dos muertos", agregó.
El cuerpo de Cevallos cayó exactamente frente a la puerta de ingreso a la vivienda, a la que atravesaron completamente. "Las balas llegaron más de un metro y medio adentro. Por suerte mis hijos no estaban", indicó la dueña de casa. Otras marcas de proyectiles se encontraban en la pared, un árbol y la calle.
Otros impactos, que habría disparado el presunto ladrón, alcanzaron en la ventanilla trasera y el guardabarros delantero al móvil 2195 del Comando Radioeléctrico, que fue el que se encontraba más cerca del hombre.
Otra patrulla, que también participó en el tiroteo, según indicaron los vecinos, estaba ubicada a unos 50 metros, en la esquina de Presidente Quintana y Entre Ríos.
La búsqueda policial se inició a partir de la denuncia de Diego Motta, de 32 años, quien estaba a cargo de un local de venta de repuestos de autos ubicado en San Martín y 24 de Septiembre, indicaron voceros de la comisaría 15ª, a cargo de la investigación. Motta señaló a la policía que se encontraba junto a su novia, un amigo y un cliente cuando un joven entró al local, lo amenazó con un arma y le exigió el dinero de la caja.
Poca plata
El titular del negocio y padre del joven asaltado, Edgardo Motta, señaló que el ladrón se llevó "entre 50 y 200 pesos".
Fuentes de la comisaría 15ª indicaron que tras el robo el comerciante alertó a una patrulla del Comando Radioeléctrico que se acercó al local, y a quienes dieron la descripción del asaltante que se transmitió por la red de comunicaciones policial. Minutos después, una patrulla advirtió a un hombre con características similares a unas dos cuadras del negocio. El vocero señaló que al ver al móvil, el hombre aligeró su paso y cuando los agentes se le acercaron para identificarlo extrajo un arma y comenzó a disparar contra ellos, por lo cual los efectivos respondieron hiriéndolo mortalmente.
El titular de la comisaría 15ª, comisario Juan Carlos Olmedo, informó que un testigo del robo advirtió a otra persona, presunto cómplice del ladrón, que se habría quedado afuera del negocio. El vocero consignó también que el encargado del local no logró advertir la presencia del supuesto cómplice.
El juez Ivaldi Artacho indicó que, de acuerdo a lo que pudo establecer hasta el momento, la causa sería caratulada como homicidio en legítima defensa.