El juicio oral y público por el robo de los 30 millones de dólares del tesoro regional Rosario del Banco Central de la República Argentina (Bcra), perpetrado el 23 de diciembre de 1992, volvió a ser aplazado hasta el 14 de febrero próximo. Si bien la causa debería ser ventilada ahora en una sala de audiencia de los tribunales de Comodoro Py 2002, de Capital Federal, fue postergada para el año próximo. Esta vez, la excusa del atraso fue la realización del juicio por el atentado contra la sede de la Amia.
En la víspera de la Nochebuena de 1992, tres falsos inspectores del Banco Central se llevaron 13 sacas con billetes de 500 mil australes. Los 30 millones de pesos se esfumaron en dos avionetas, que en lugar de descender en el aeroparque Jorge Newbery como se esperaba, aterrizaron en San Fernando. En esta causa, que cuenta con más de 30 cuerpos y en cuyo juicio desfilarán más de 100 testigos, no hay ningún responsable detenido. Los cabecillas de la banda están prófugos y no serán juzgados.
Una espera interminable
Si no se produce ningún otra postergación, luego de 9 años, un mes y 22 días de ocurrido el "Robo del Siglo", recién podrá iniciarse el juicio oral y público. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº5 de Capital Federal fijó para el 14 de febrero a las 9 el inicio de las audiencias.
Ese mismo tribunal había establecido a principio de este año que el proceso debía comenzar el pasado 13 de agosto, pero eso quedó cancelado. El aplazamiento se debió a que uno de los miembros del tribunal deberá participar a partir del 24 de septiembre próximo del juicio por el atentado contra la sede de la Amia, ocurrido el 18 de julio de 1994 y en el que perdieron la vida 85 personas.
Guillermo Andrés Gordo, integrante del juzgado a cargo del Robo del Siglo, será quien junto con Miguel Pons y Gerardo Larrambebere ventilen públicamente el caso Amia.
"Ya aprendí a armarme de paciencia y voy a tener que aguantar un poco más", dijo a La Capital Hugo Tenaglia, uno de los tres empleados del tesoro regional del Central en el momento en que se produjo la estafa. Tenaglia fue quien viajó a Buenos Aires junto con dos de los falsos inspectores del Banco Central.
Luego dijo estar "cansado" de este proceso. Cuando se inicie la etapa oral habrán transcurrido apenas 3.338 días desde que ocurrieron los hechos.
"Quiero que todo termine para poder recuperar mi puesto en el banco", recalcó Tenaglia, quien aún no recibió la notificación oficial de la postergación del juicio para el año próximo.
El ex empleado del tesoro tampoco se mostró muy esperanzado en que esta vez se cumplan los tiempos prometidos y se llegue a las audiencias orales en la fecha programada. "Ahora todo dependerá de que el juicio por el caso Amia termine antes de febrero", apuntó.
Gordo, Luis Di Renzi y Guillermo Madueño serán quienes deberán juzgar a 14 personas imputadas del delito de defraudación contra la administración pública. La pena máxima establecida por el Código Penal para ese delito, es de seis años de prisión.
En el banquillo
Gregorio Collia, Néstor Collia, Jorge Collia, Guillermo Fernández, Jorge Magaldi, Juan Carlos Amor, Horacio Ansil, Sergio Omar Turza Nocetti, Pablo Loekemayer, Eleonora Garbagnoli, estarán en el banquillo de los acusados. También pasarán por ese lugar los rosarinos Lorenzo Marino, Héctor Roberto Mena, Hugo Tenaglia y Norberto Schiavetti, quien en diciembre del 92 ocupaba el cargo de gerente del tesoro rosarino del Central.
Uno de los autores materiales del robo, Eduardo Mario Brooke, zafará del juicio. El nombre del experimentado estafador desapareció misteriosamente a mitad de la instrucción de la causa que pasó por las manos de nueve jueces federales.
El cerebro de la banda que pergeñó el Robo del Siglo, Héctor "Tito" Rima y su colaborador Aldo Vignoli tampoco estarán bajo la lupa de los jueces, ya que ambos están prófugos y ni siquiera pudieron ser notificados de la realización de la audiencia.
Vignoli se fugó luego de haber obtenido un permiso judicial para viajar a Miami. En cambio, Rima es buscado por la policía desde hace meses, ya que se lo sindica como uno de los responsables de los robos a las cajas de seguridad.