El asma infantil se ha duplicado en los países desarrollados en los últimos años, y se ha convertido en la principal causa de ausentismo escolar. Entre las posibles causas estarían la proliferación de productos químicos y la contaminación ambiental, el tabaquismo, la exposición a alergenos ambientales y las virosis respiratorias.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 150 millones de personas en el mundo son asmáticas, pero más sorprendente es el hecho de que el asma se haya prácticamente duplicado durante los diez últimos años entre la población infantil. En la década del 70, el 5% de los niños en edad escolar en Argentina padecía asma, cifras que han crecido al 10-15% en los 90.
Es en las naciones más desarrolladas, con buenos sistemas de salud pública y de servicios sanitarios, donde con más fuerza se incrementó la enfermedad. Y los primeros en quedarse perplejos ante esta paradoja son los propios médicos, que no logran saber a ciencia cierta, cuáles son los factores concretos que explican el fenómeno.
La teoría más plausible, aunque todavía muy abstracta, tiende a responsabilizar de ello, a las mejores condiciones higiénicas, occidentalización del estilo de vida, concentración en centros urbanos y a la exposición temprana a alergenos ambientales. De este modo, puede entenderse por qué, según la OMS, el número de asmáticos en Estados Unidos se ha incrementado en un 60 por ciento desde principios de los ochenta. O la razón de que, por ejemplo en Europa occidental, padezca asma en la actualidad el doble de personas que hace una década. Si a ello se añade que el asma es una enfermedad en principio, de duración indeterminada, lo imperioso es dar con un buen sistema de prevención y control que, cuanto menos, mantenga a raya el problema y garantice una buena calidad de vida en aquellos que lo sufren.
Herramienta terapéutica
Es un hecho conocido que los asmáticos no tienden a ser muy estrictos en el cumplimiento de su terapia. A los pacientes, y especialmente los niños, les resulta incómodo adaptarse a una medicación que no hay que dejar de lado incluso, cuando no se tienen síntomas.
De allí que la única estrategia útil actualmente reconocida que mejora el cumplimiento por parte de los pacientes es el establecimiento de un programa educativo. La educación para la salud en asma, se convierte, de esta forma, en una parte integral en el cuidado rutinario del paciente asmático, lo que exige, tratándose de niños, una mayor corresponsabilización en esa tarea por parte tanto del personal sanitario como de los padres y familiares.
El 80 por ciento de las familias con niños asmáticos tiene en sus hogares algún factor de riesgo que puede incidir en la enfermedad, entre los que se incluyen la presencia de fumadores, animales domésticos y múltiples alergenos.
Para paliar esta situación y mejorar la calidad de vida del niño asmático, la educación de los familiares se convierte en una tarea imprescindible. La detección precoz de una posible crisis alérgica por parte de los padres puede ser suficiente para poner en marcha los mecanismos para atenuar su magnitud o incluso prevenirla.
Mientras al especialista le corresponde recomendar el tratamiento más adecuado, a los padres y cuidadores les corresponde supervisar la correcta administración del tratamiento o la educación del niño para que a partir de los 8 ó 9 años sea capaz de automedicarse bajo supervisión facultativa, lo que le permitirá sentirse más seguro de sí mismo y ser consciente de que puede controlar su enfermedad.
La educación sanitaria también debe llegar a otras personas próximas al niño asmático, como los profesores, el preparador físico, o incluso los padres de sus amigos, para poder actuar correctamente en caso necesario. El escolar asmático requiere una estrecha cooperación entre los padres, los médicos y los profesores.
Las encuestas revelan que el 15 por ciento de los maestros modifican su actitud ante los alumnos afectados por asma. En consecuencia, los docentes deberían disponer de información acerca de cuáles son las medidas a aplicar en caso de que un alumno asmático padezca una crisis.