El gobernador Carlos Reutemann dijo que habrá que esperar "unos pocos días" para saber la suerte del proceso licitatorio del puerto de Rosario. En realidad, lo que aguarda es la llegada del presidente de la autoridad portuaria de Tarragona, Lluis Badía I Chancho, único oferente en la licitación, cuyo arribo esta previsto para el 11 de septiembre. "Hay empresarios de Rosario que no ven bien que el interesado en invertir en el puerto no se ha mostrado tanto. Por eso quieren que venga su presidente y que les dé las garantías que creen necesitar", explicó. Trascartón, el mandatario adelantó que si no hay razones valederas para desestimar la oferta "habrá que ver la responsabilidad jurídica de cada uno al decir que no". El gobernador se refirió al tema el día después de la renuncia de los tres directores del Ente Administrador del Puerto Rosario (Enapro) -José Petersen, Ana María Brunet y Edgardo Moschitta- que estaban en contra a la adjudicación al grupo de Tarragona y enfrentados a la representante provincial y titular del ente, María Herminia Grande. Reutemann optó por no hacer comentarios sobre la renuncia de los tres directores. Pero confirmó que un grupo de empresarios rosarinos le transmitió la necesidad de tomar contacto con la gente de Tarragona para conocerla y saber sobre las garantías de su oferta. "Veo un microclima contrario a la oferta, pero deben existir razones valederas. Pero hay que ver si eso no es así hasta donde está la responsabilidad jurídica de cada uno al decir que no. Y espero que no sea la provincia", comentó. Badía I Chancho confirmó su llegada a la ciudad para el mes que viene. Por lo tanto, el gobernador decidió esperar para ver si el presidente del puerto de Tarragona convence a los sectores que se oponen a que se adjudique el puerto de Rosario al único interesado. Grande también consideró de "importancia" la llegada del empresario español para que se entreviste con los directores del Enapro y le "aclaren las dudas que todavía puedan tener". Tras las renuncias, el directorio quedó reducido a cinco representantes, tres de los cuales podrían votar favorablemente para que se pase al sobre número dos y así avanzar en el proceso de concesión de la terminal portuaria. En cambio, Joaquín Blanco, representante de la Municipalidad, y Carlos Vilanova, delegado por los operadores portuarios, son los más reacios que quedan en el Enapro. En relación a la postura del municipio, Grande le pegó duro al intendente Hermes Binner al que trató de "agnóstico" en relación al puerto ya que "no lo ve como herramienta de producción", en declaraciones formuladas a Radio 2. Antes de la llegada de Badía I Chancho, Grande deberá sortear una interpelación en la Cámara de Diputados de la provincia, postergada un par de veces. Mientras tanto, su jefe político, el gobernador, negó que tenga pensado intervenir el ente administrador.
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