Los tres hombres llegaron a la distribuidora La Vendimia, de Uriburu 2385, sin levantar sospechas. Uno lucía ropa similar a la de la policía provincial, con gorra y todo. Los otros estaban prolijamente vestidos. Dijeron estar interesados en prestar un servicio de custodia para camiones y pidieron hablar con el dueño del establecimiento, pero no dieron tiempo a nada más. Sacaron sus armas, controlaron a los empleados metiéndolos debajo de un camión y huyeron llevándose más de 6 mil pesos en efectivo. La policía detuvo poco después a un hombre como sospechoso de haber integrado la banda.
El asalto ocurrió ayer, alrededor de las 7.30, cuando el depósito recién abría sus puertas. En ese local se distribuyen distintos tipos de bebidas y alimentos no perecederos, y en el momento de producirse el atraco había de seis a ocho personas, entre empleados administrativos, de patio y repartidores.
Llegaron en un Fiat 128
Según fuentes policiales, los asaltantes llegaron en un Fiat 128. En principio fueron tres los que ingresaron y preguntaron por el titular del local, Antonio Gentile. Los desconocidos adujeron que venían a ofrecer sus servicios como custodio de camiones. A la gente que estaba en el enorme galpón, nada los alertó. Uno de los visitantes estaba vestido como policía: camisa y pantalón azul y gorra reglamentaria de la Unidad Regional II.
El ofrecimiento de servicios adicionales de seguridad no sorprendió a los empleados del depósito, ya que ese lugar fue asaltado en dos oportunidades en menos de un año y en numerosas ocasiones debieron contratar custodia para los camiones que hacen el reparto de mercadería por distintos puntos de la ciudad. Pero, los delincuentes no dieron tiempo a nada.
Cuando Gentile se acercó para ver qué querían, los visitantes sacaron sus armas de fuego e hicieron tirar a todos al piso. Las víctimas no fueron golpeadas, salvo el dueño de la distribuidora que sufrió algunos culatazos en la cabeza. Uno de los ladrones tomó del brazo y el cuello a Gentile y lo llevó hasta la oficina, donde le ordenó que entregara el dinero. El resto del grupo se dedicó a controlar a los empleados y repartidores, a los que mantuvieron tirados cuerpo a tierra debajo de un camión estacionado dentro del galpón.
Los delincuente revolvieron las oficinas y la planta alta del inmueble, donde dejaron todo tirado por el piso. Después, y cuando consiguieron el dinero de la caja, huyeron por la parte trasera del local. El depósito cuenta con una entrada principal para camiones que está sobre la avenida Uriburu y una salida por el pasaje Palacios. Fue por esa última puerta por la que escapó la banda.
Fuentes policiales indicaron que los ladrones escaparon en un Fiat 128 y que en el lugar del atraco abandonaron unas esposas como las que usa la policía. Minutos después, en Ovidio Lagos y Circunvalación un patrullero de la Guardia de Infantería detectó al vehículo sospechoso y detuvo a su único ocupante. De acuerdo a esa versión se trata de Héctor Alejandro Sánchez, de 20 años, quien aún estaba vestido con la ropa policial.