Ramala. - Fuerzas israelíes mataron ayer en un ataque con misiles al líder de una facción palestina a quien el Estado judío acusaba de ser el autor intelectual de una ola de atentados. Los palestinos aseguraron que este "asesinato selectivo" abre las puertas a una guerra a gran escala. Abu Ali Mustafá, de 64 años, miembro fundador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), fue alcanzado por dos misiles disparados desde un helicóptero cuando se hallaba en su oficina, situada en el piso superior de un edificio de tres plantas en la ciudad cisjordana de Ramala.
Colegas de Mustafá dijeron que un misil lo decapitó y que otro destrozó su cuerpo, mientras trabajaba en su escritorio. La puntería de los atacantes fue tan precisa que los marcos de las ventanas por donde entraron los misiles quedaron intactos y ninguna otra habitación del edificio fue afectada por los misiles.
Asistentes de Mustafá dijeron que el líder palestino acababa de recibir una llamada telefónica, implicando que posiblemente fue hecha para comprobar que estaba en su oficina. La esposa y cinco hijos de Mustafá estaban de vacaciones cuando se ejecutó el ataque, pero al menos tres miembros de su custodia sufrieron lesiones leves a consecuencia de esquirlas y fragmentos de vidrios.
Funcionarios palestinos indicaron que Mustafá era el político de más alto rango a quien Israel ha ultimado desde la muerte en 1988, en Túnez, de Khalil Wazir, conocido también como Abu Jihad. También afirmaron que este ataque era el comienzo de una guerra a gran escala. El dirigente palestino asumió la jefatura del FPLP, una facción de tendencia marxista que se opone al proceso de paz con Israel, después que George Habash, su líder durante mucho tiempo, renunció en julio del 2000.
Es la primera vez desde el inicio de la Intifada, el pasado 28 de septiembre, que Israel asesina a un dirigente de la primera línea política palestina. Según analistas en al región, esto alejaría las posibilidades de un reinicio de las negociaciones de paz.
El ejército y varios políticos israelíes justificaron la operación, y acusaron al líder del FPLP de ser el responsable de decenas de ataques antiisraelíes desde el comienzo de la Intifada. El FPLP se declaró el sábado pasado responsable de la operación comando que causó la muerte de tres soldados israelíes en un puesto militar en Gaza, cuando dos militantes armados se infiltraron en el lugar antes de ser abatidos a tiros.
La Autoridad Palestina anunció tres días de duelo y miles de palestinos se lanzaron a las calles de la ciudad de Gaza y de Jenín, Nablús, Belén y Tulkarm, en Cisjordania, clamando venganza. Israel expresó, por su parte, que Mustafá era "un especialista en fabricación de coches bomba" y afirmó que su eliminación prevendrá muertes de israelíes.
"Cuando uno lee su currículum, se ve que está empapado con la sangre de todas las víctimas judías (del FPLP) a lo largo de los años", expresó el portavoz del gobierno israelí Raanan Gissin.
Por su parte, los principales dirigentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) expresaron duras condenas a esta operación que causó además cinco heridos y que según el negociador palestino Saeb Erekat, "ha abierto las puertas del infierno", en relación a una escalada de la violencia en Medio Oriente. "Adiós hermano Abu Alí, ahora vas al paraíso y nosotros seguiremos tu marcha hasta que nuestro Estado independiente se establezca en la tierra palestina con Jerusalén como su capital", señaló un comunicado oficial de la ANP transmitido por la agencia palestina Wafa.
Un miembro de la oficina política del FPLP en Damasco, Maher Taher, advirtió que el asesinato de su jefe "no quedaría impune. El FPLP responderá a Israel porque la sangre de Abu Alí Mustafá vale mucho. Israel deberá asumir las consecuencias".
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La Ciudad
