Madrid. - Un coche bomba colocado por la organización separatista vasca ETA explotó ayer en un estacionamiento del aeropuerto internacional de Madrid-Barajas, sin dejar heridos pero causando graves daños materiales. La explosión se produjo poco antes de las 8,00 (hora local), después de que una llamada anónima -que decía hablar en nombre de ETA- alertara una hora antes de la colocación de la bomba mediante una llamada telefónica a la asociación de ayuda en carretera DYA y a los bomberos de San Sebastián, en el País Vasco.
El coche bomba, con matrícula de Madrid y robado el pasado 9 de agosto en la localidad vasca de Gernika, se encontraba en la segunda planta del estacionamiento de la terminal dos de la aeroestación, reservada para vuelos nacionales y europeos, y explotó mientras la policía inspeccionaba la zona, que pudo ser desalojada a tiempo evitando así que se produjeran víctimas.
La bomba, que contenía unos 40 kilos de explosivos, provocó un cráter de 35 metros cuadrados en el suelo y causó daños a más de 100 vehículos estacionados, de los que 30 resultaron completamente calcinados. Además, el edificio del estacionamiento se vio estructuralmente afectado por la explosión.
Una fuerte detonación
Una de las paredes en el estacionamiento de seis plantas fue volada por la explosión y uno de los costados del edificio estaba calcinado. "Hubo una explosión increíblemente estruendosa. Luego, cayó este tremendo silencio en el aeropuerto y me entró el nerviosismo", dijo una empleada de Air Europa, que estaba trabajando en el momento del estallido.
El aterrizaje y despegue de los vuelos prosiguió con normalidad, pero había atascos de tráfico en la carretera que lleva al aeropuerto, el principal de Madrid. El estacionamiento donde se registró la explosión está próximo a la terminal dos, donde se atienden tanto vuelos de cabotaje como viajes hacia otros países de la Unión Europea.
Sin embargo, según las autoridades de aviación civil, este atentado no afectó el horario de los vuelos previsto en Barajas y el acceso a la terminal dos fue restablecido a lo largo del día. Poco después de la explosión, las fuerzas de seguridad detectaron con ayuda de perros policía un segundo coche sospechoso y realizaron una pequeña explosión controlada para abrir el maletero. No obstante, los agentes confirmaron posteriormente que el vehículo, de matrícula francesa, no contenía ninguna bomba.
Las autoridades policiales españolas habían alertado sobre el riesgo de atentados de ETA en represalia por los golpes asestados la semana pasada a la organización clandestina, que culminaron con la desarticulación de dos comandos del grupo, en el País Vasco y en Barcelona, y la detención de once presuntos militantes de ETA.
La policía centra ahora sus investigaciones en que este atentado sea obra de un llamado "comando itinerante" de ETA (integrado por activistas no fichados y que actúan en en diversos lugares del país sin responder a un comando definido), ya que el coche fue robado 20 días antes en Vizcaya, la misma provincia vasca en la que los "etarras" robaron el coche bomba que explotó el pasado día 18 en un hotel de Salou, en la región española de Cataluña.
Este es el octavo coche bomba colocado por ETA en la capital española desde diciembre de 1999, cuando la organización dio por terminada, tras 14 meses, su tregua declarada unilateralmente. El último de ellos explotó el 10 de julio pasado en el barrio madrileño de Aluche, matando a un agente de policía. Además, este coche bomba es el tercer atentado perpetrado por la organización separatista vasca en el aeropuerto de la capital española y el segundo llevado a cabo este año en aeropuertos españoles, después de que la policía desactivara el pasado 26 de julio otro coche bomba en Málaga.
Fuentes de la investigación indicaron que todos los indicios apuntan a que el coche bomba fue trasladado a Madrid por algún miembro "itinerante", dado que el vehículo fue robado en Gernika. Sin embargo, otras fuentes policiales no descartan que el coche fuera trasladado a Madrid y que los terroristas le colocaran el explosivo en uno de los garajes que ETA tiene en la ciudad.
El delegado del gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, recordó que "tenemos en Madrid una estructura de la organización que actúa de forma especial a través de la colocación de coches bomba".