El plebiscito para consultar a la gente acerca de la necesidad o no de reformar la política ya tiene fecha y costo tentativos: se realizaría el 18 de noviembre próximo y saldría alrededor de cuatro millones de pesos, según adelantó ayer el vocero del gobierno, Juan Pablo Baylac.
El gobernador de La Pampa y jefe interino del justicialismo, Rubén Marín, sostuvo, sin embargo, que la consulta popular "no hace falta" ya que "nadie se opondría" a reformar la política en el sentido de reducir sus costos y transparentar su financiamiento.
Sin embargo, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, y su colega de Interior, Ramón Mestre, defendieron la idea de convocar a un plebiscito para tal fin.
Bullrich afirmó, por caso, que de concretarse la reforma se logrará un ahorro por "cifras abismales", superiores a los "1.500 millones de pesos", en tanto Mestre confirmó que el gobierno tiene previsto incluir en la consulta la eliminación de las listas sábanas.
"Lo que queremos con la consulta popular es no sólo ratificar la voluntad sino ejecutarla concretamente porque va a significar un ahorro de dinero muy importante sin bajar la calidad de la democracia", explicó Bullrich.
La ministra fundamentó: "La importancia de la consulta es que se van a tocar temas que cuando se tocan de otra manera o en otros ámbitos demoran y no se realizan".
Aunque el jefe de la cartera política no precisó aún la fecha en que se realizará el plebiscito así como tampoco la cifra de dinero que costará -pese a que su ministerio es el encargado de implementarlo- Baylac anticipó que "posiblemente el 18 de noviembre sea la fecha indicada".
El costo de la consulta
En cuanto al costo del comicio, el vocero oficial sostuvo que según indica el análisis del funcionario del ministerio del Interior, Alejandro Tulio, ocasionaría un "gasto de cuatro millones de pesos", es decir, bastante menos de los "treinta, veinte, diez o sesenta millones de los que se venía hablando", señaló.
"Es probable que ahora, en setiembre, el presidente (Fernando de la Rúa) haga la convocatoria y deben transcurrir sesenta días (para el acto comicial). Posiblemente el 18 de noviembre sea la fecha indicada", indicó Baylac.
Marín consideró, en cambio, "no hace falta un plebiscito para saber que opina la sociedad" porque "nadie se opondría a una reducción sensata de la política". Además, instó al gobierno a realizar ya mismo la reducción de gastos de la política, en el contexto de la fuerte recesión económica.
También propuso reducir a un solo senador por distrito en lugar de tres, al señalar que la actual cantidad "no tiene sentido" y que "un senador por provincia no es malo, porque va a llevar el rótulo del gobierno que gane. Es el que expresa institucionalmente a la provincia".
Bullrich y Mestre coincidieron en apoyar la iniciativa anunciada el miércoles pasado por el presidente, que contemplaría también una reforma a la Carta Magna.
Mestre señaló que "el tema ya está suficientemente analizado" y que algunas de las preguntas que incluirá el plebiscito apuntarán a "saber si la población está dispuesta a reducir los gastos de los funcionarios de los Poderes Ejecutivos provinciales, de las Legislaturas y optimizar los recursos destinados al manejo del Estado".
Puntualizó además que abarcará "algunas medidas que significan una transformación del sistema judicial con una evaluación periódica al desempeño de quienes tienen esta responsabilidad".
"Hay puntos de vista distintos, algunos creen que nada hay que corregir, que todo debe seguir como está y otros que piensan que con los exiguos recursos que tenemos debemos seguir gastando lo mismo y esto es imposible", se quejó Mestre en diálogo con los periodistas en la Casa Rosada.
En ese sentido, el ministro afirmó que "lo que hace falta es que la dirigencia política asuma la situación que vive el país, y que cuando los recursos no alcanzan hay que vivir con lo que se tiene".
Cuando se le preguntó si también se consultará a la población sobre la eliminación de las listas sábanas, Mestre respondió que "por supuesto que está el tema", pero se apresuró a hacer una distinción.
Según el ministro, "cuando hablamos de elección de senadores nacionales no existen las listas sábanas ni tampoco en las de diputados nacionales, con excepción de la provincia de Buenos Aires, porque el número de representantes que se eligen en cada elección es un número reducido de acuerdo al número de partidos políticos que participan".
Para Mestre, en estos casos las personas que se candidatean "son suficientemente conocidas y no se puede aducir desconocimiento sobre los candidatos".
En tanto, Baylac reveló que hay "una discusión en el ámbito del gobierno acerca de si hacer una sola pregunta o formular un texto de reformas" en la consulta popular.
En tal sentido, admitió que "por ahí" las eventuales preguntas podrían girar en torno a "si queremos que las provincias que todavía no son unicamerales lo sean, o si queremos por ejemplo eliminar las listas sábana".
El vocero explicó que esto será posible porque "quedarían en funcionamiento estructuras que se montan especialmente para las elecciones (de octubre) y eso haría que todo ese montaje no se tenga que volver a pagar".
En cuanto a las consecuencias políticas de la consulta, el funcionario destacó que podría promover "en la dirigencia política el reflexivo acto de modificar las cosas".