El militar retirado y ex funcionario del Ministerio de Defensa, Jean Charles Uranga, comprometió aún más a Carlos Menem en la venta ilegal de armas al afirmar ayer que "toda negociación para la venta de material bélico hacia los países árabes" debía pasar por una secretaría de la Cancillería a cargo del ex cuñado del ex presidente, Karim Yoma.
Uranga, también involucrado en la causa por la venta ilegal de armas al exterior, aseguró durante su ampliación de indagatoria ante el juez federal Jorge Urso que "la justificación" a esa orden presidencial fue que Yoma hablaba ese idioma y que "los árabes eran gente muy especial, que no trataban con cualquier persona".
"A raíz de esta orden del ex presidente mis funciones como subsecretario de Producción para la Defensa se vieron acotadas, ya que toda negociación para la venta de material bélico hacia los países árabes debía pasar previa y necesariamente por Karim Yoma, y luego era remitida a mi área".
Uranga, que está imputado en la causa aunque que la Cámara Federal dictó su falta de mérito, aclaró ante el juez y el fiscal Carlos Stornelli que la orden para la "colocación de material bélico en los países árabes" fue "de carácter verbal" y comunicada "personalmente".
Algunas "interferencias"
El ex funcionario dijo que renunció por "interferencias" en su gestión, y que fue reemplazado por Juan José Basualdo quien, según comentarios de sus colaboradores, había sido puesto por Emir Yoma, debido a que tenía una "estrecha relación" con el empresario.
Uranga manifestó también ante Urso conocer sobre una gestión para la venta de submarinos a Taiwán, llevada adelante por el almirante (R) Edmundo Schaer y el vicecomodoro Tomás Medina, quienes se habrían reunido con Menem "ya que ese tipo de operaciones se realizaban a nivel presidencial", agregó el ex funcionario.
Aseguró haber visto "en una sola oportunidad" al empresario Emir Yoma -también con prisión preventiva dictada por Urso- cuando Menem "hacía reuniones de tango o folclore en el subsuelo de la presidencia".
Admitió, además, conocer a Jacinto Akil, primo de Menem, dedicado a la venta mayorista de fuegos artificiales y cohetería, quien habría sufrido la explosión de tres galpones que alquilaba en el ex batallón de arsenales de Monte Chingolo.
Los reclamos del ex presidente
Mientras tanto, desde la quinta donde cumple arresto domiciliario, Menem reiteró su inocencia al asegurar que no cometió "ningún delito" y que la figura judicial de asociación ilícita es "traída de los cabellos, inventada", además de reconocer su voluntad de "batallar de cara a las elecciones presidenciales del año 2003".
"Las bases y el proyecto que he escrito hacen referencia a aspiraciones políticas que no puedo negar", enfatizó Menem, quien además admitió que su objetivo es volver a ser presidente del país en 2003.
Además, el ex presidente afirmó que para superar la crisis que afecta al país es necesario "un fuerte liderazgo" y reiteró que hay que "dolarizar la economía".