Sin exigirse, el talentoso armador de Boca Juan Román Riquelme retomó ayer la actividad física junto al resto de sus compañeros, con lo cual dio un paso adelante para su regreso a la competencia, tan especialmente anhelada ahora por la afición xeneize por el negro comienzo en el Apertura. Tras varias semanas ininterrumpidas de tratamiento kinésico y exigentes sesiones en el gimnasio para recuperarse de la rebelde tendinitis de rodilla que lo aqueja, el número diez se acopló al grupo que ayer por la tarde trotó alrededor de una de las canchas del predio de Casa Amarilla, como parte del entrenamiento regenerativo tras la derrota ante San Lorenzo. No está determinada la fecha en que Riquelme volverá a jugar oficialmente para un Boca que lo necesita con urgencia para recobrar su mejor funcionamiento, pues todavía está lejos de su mejor forma física. Otra novedad de la práctica vespertina fue la aparición del ex arquero del club Carlos Fernando Navarro Montoya, quien obtuvo un permiso especial de Carlos Bianchi y de los dirigentes para entrenarse con el plantel profesional. Por otra parte, trascendió que se acrecentaron las chances de que el delantero Guillermo Barros Schelotto sea transferido al Genoa de Italia, club que desistió ayer de contratar al colombiano Jairo Castillo, quien se encuentra detenido por un accidente automovilístico.
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