Australia denegó ayer permiso de ingreso a un buque carguero de Noruega con más de 430 refugiados afganos y de otras nacionalidades y sentó con ello un precedente para aquellos que buscan asilo: es la primera vez que las autoridades del mayor país de Oceanía rechazan a una embarcación con inmigrantes que buscan radicarse allí. El carguero Tampa, involuntario protagonista del episodio, rescató a 369 hombres, 43 niños y 26 mujeres de un transbordador de madera que se hundía el domingo en inmediaciones de Indonesia, a 350 kilómetros de las costas de la isla australiana de Navidad, tras recibir una llamada de auxilio. Los inmigrantes obligaron al capitán del Tampa a enfilar hacia la isla de Navidad. Allí fue fondeada la nave pero a los ocupantes se les negó el ingreso. Indonesia y Noruega también habían negado la petición de acceso para los inmigrantes. El primer ministro australiano John Howard dejó en claro que confía en que su dura posición en torno a la negativa de ingreso transmitiría un claro mensaje a una creciente oleada de inmigrantes indocumentados. "Simplemente no podemos permitir el desarrollo de una situación en la que Australia sea vista, en todo el mundo, como un país de fácil destino", dijo Howard en rueda de prensa en Canberra. Las autoridades de Noruega alegaron que no tenían la obligación de ofrecer asilo y el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Karsten Klepsvik, instó a Australia e Indonesia a asumir su responsabilidad, tras reportes de que muchos a bordo sufrían de enfermedades gastrointestinales, como diarreas, y de que algunas mujeres están embarazadas. Otros de los inmigrantes, según los informes, sufren de deshidratación. En los últimos 11 días, más de 1.500 inmigrantes indocumentados, en su mayoría de Afganistán, Irak e Irán llegaron a Australia desde Indonesia en improvisadas embarcaciones, atestando los nueve centros de detención ya repletos que existen en el país. Informes de inteligencia indican que puede esperarse en breve la llegada de más inmigrantes, pero el primer ministro australiano rehusó decir si recibirán el mismo tratamiento de los ocupantes del Tampa. "Nos enfrentamos a la perspectiva, en los próximos días, de hasta 900 personas llegando en una oleada", dijo Howard a la cadena de televisión Australian Broadcasting Corp (ABC). "Somos un país decente, generoso, compasivo y humanitario, pero también tenemos el derecho absoluto de decidir quién ingresa a este país", resaltó. Australia acogió a miles de refugiados vietnamitas a fines de la década de 1970 y en la de 1980. Además, este país recibe a 10.000 refugiados cada año, reubicados dentro del programa de la Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados. En Indonesia, el vocero de la cancillería, Wahid Supriyadi, indicó que "si las autoridades australianas rechazan a los inmigrantes porque no llevan la documentación necesaria, no veo razón alguna para que nosotros tengamos que permitirles la entrada".
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