El Ministerio de Educación incluyó en el presupuesto para 2002 la partida de 660 millones de pesos para el incentivo salarial vigente hasta fin de este año y mantuvo la suma de 1.800 millones de pesos para el sistema universitario, según precisó ayer el director de Comunicación de la cartera, Daniel Santa Cruz. El funcionario explicó que la idea del titular de la cartera, Andrés Delich, es que el incentivo se pague teniendo en cuenta a los que menos ganan, es decir, que aquellos docentes que cobran sueldos bajos, por debajo de 500 pesos, reciban más de 60 pesos mensuales y quienes ganan 1.200 pesos cobren algo menos de ese beneficio.
Delich parece dispuesto a hacer valer su palabra empeñada cuando reemplazó al ex rector cordobés Hugo Juri -quien se alejó disconforme con el ajuste que se proponía para la educación- y podría arriesgar su cargo en este duelo por salvar al incentivo y el presupuesto de futuras podas.
El ministro le aseguró a la titular de Ctera, Marta Maffei, que no se les iba a suprimir el incentivo, beneficio que fue puesto en la grilla de eliminaciones que había preparado el fugaz ex ministro de Economía Ricardo López Murphy.
No habrá poda para las universidades
Además, Delich aseguró a los rectores del CIN, estudiantes de la FUA y profesores de Conadu que no se iban a podar los recursos de las universidades nacionales.
Ahora, habrá que esperar la respuesta de Economía al proyecto de Educación teniendo en cuenta las medidas de ajuste en todas las áreas, en el marco del déficit cero y cuando el 31 de diciembre próximo dejará de tener vigencia el Fonid, promesa hecho sólo por dos años de mantener en el presupuesto nacional, que hizo el actual gobierno a la Ctera a cambio de levantar la Carpa Blanca y de no hacer paros.
El vocero de Delich, por otra parte, reiteró que pondrá en marcha el plan de recuperación de días de clase perdidos en las cuatro provincias más afectadas por los paros, y aclaró que "si se dictan clases los sábados o se extiende el ciclo lectivo, lo dispondrán las jurisdicciones".
Desde los sectores gremiales ya se anticipó la decisión de no dar clases los sábados, como propone el oficialismo.
Santa Cruz, aclaró además que dicho programa "se hace con fondos propios del Ministerio, partidas que ya estaban dispuestas, producidas por ahorros administrativos y de funcionamiento de la cartera".
Acerca de las versiones que circularon respecto al informe del FMI para recortar fuertes fondos a las casas de altos estudios públicas e impulsar que apliquen aranceles promedio de 50 pesos, Santa Cruz explicó que "las universidades son autónomas, ni el Estado ni nadie les puede decir a los rectores que hagan algo".