Venden hasta el chancho para mantener una escuela

Alumnos y docentes buscan sostener su colegio ofreciendo productos frente a la catedral

Alumnos y docentes de una escuela agraria cercana a Mar del Plata se instalaron desde hace varios días frente a la céntrica catedral marplatense para vender productos de granja y hasta el cerdo Nicanor , que criaron desde chico, para paliar así la precaria situación que amenaza paralizar al establecimiento.
La iniciativa comercial corresponde a los 240 alumnos de la Escuela Agraria Provincial Nº1, ubicada en Laguna de los Padres, a unos 18 kilómetros del casco urbano de Mar del Plata. Acerca de las dificultades económicas que afrontan, Roberto Briant, presidente de la cooperadora, dijo ayer que "por ejemplo, nos han cortado el transporte que teníamos contratado para llevar a los chicos que viven en la zona sur de Mar del Plata, porque se debían tres meses".
Verduras, plantas, conejos, artesanías, miel, dulces caseros y hasta un cerdo de 300 kilos, fueron puestos a la venta para afrontar los gastos que demanda el funcionamiento de la escuela.
Los estudiantes, junto a docentes y miembros de la cooperadora, se ubican diariamente en la peatonal San Martín casi Mitre, donde colocan las verduras, plantas y productos que venden, a excepción del porcino que, por su gran tamaño, no puede ser trasladado hasta allí.
Briant explicó que "a las dificultades que afrontamos como todas las otras escuelas en estos tiempos tan difíciles, en nuestro caso se le suman otras. Por ejemplo, hay animales que mantener y para los que necesitamos comprar alimentos; tierras que labrar, sembrar y cosechar; e instalaciones que necesitan un mantenimiento permanente", señaló.
Añadió que "nos han recortado el presupuesto, y de ocho mil pesos que debería haber mandado la Dirección General de Escuelas, nos enviaron solamente mil, lo cual no nos alcanza para pagar las muchas deudas que ya tenemos con nuestros proveedores, que demasiada paciencia nos han tenido".
El titular de la cooperadora indicó que la venta no significa "una forma de protesta simbólica, sino que estamos obteniendo algunos recursos que nos han servido para ir pagando algunas de esas deudas".
"Ahora tenemos a la venta a Nicanor, un cerdo que criamos desde chico, pero que ya está muy grande, pesa más de 300 kilos, ya no sirve como padrillo y hay que faenarlo", indicó el titular de la cooperadora.