Los inversores quieren ver cómo se instrumenta el acuerdo con el FMI

El gobierno sale a enfrentar las dudas sobre el plan de déficit cero

El viceministro de Economía dijo que están dadas las condiciones para una situación más tranquila

La primavera del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue corta y ahora los mercados quieren saber cómo hará el gobierno para cumplir con el programa comprometido a cambio de una ayuda financiera de 8 mil millones de dólares. Al menos esa fue la justificación que realizaron operadores y analistas del mercado financiero para explicar la leve caída que experimentó la Bolsa ayer (0,84%) y la suba del riesgo país. El viceministro de Economía, Daniel Marx, admitió ayer que la ayuda internacional tiene como condición el cumplimiento del déficit cero, la reforma del Estado y el cambio de la coparticipación, mientras que el titular del Palacio de Hacienda, Domingo Cavallo, reiteró que no habrá default ni devaluación.
Después de la experiencia del blindaje financiero obtenido a fines del año pasado, nadie se atreve a festejar a cuenta por el último acuerdo con el Fondo. La recaudación de agosto viene mal, lo cual compromete el cumplimiento del objetivo de déficit cero.
Alejandro Olizae, fund manager de Lloyds Bank, interpretó que la baja de ayer en los mercados fue por "la demora en anuncios sobre canje de deuda, la falta de información sobre la letra chica del acuerdo con el FMI, el futuro de las conversaciones con las provincias por la coparticipación y las malas proyecciones sobre la recaudación de agosto".
En definitiva, las dudas tienen que ver con la posibilidad del gobierno de reducir el gasto fiscal a los niveles que comprometió ante el organismo internacional.`
El viceministro de Economía reconoció que el cumplimiento de las metas pautadas con el Fondo "requiere de un esfuerzo indudable" pero señaló que "es factible hacerlo".
Marx aseguró que "están dadas todas las condiciones para una situación más tranquila", aunque remarcó que "no se reflejará inmediatamente", porque destacó que "el orden natural es primero el esfuerzo, después la satisfacción".
"En los primeros días de setiembre se desembolsarán 1.200 millones que venían de antes y que corresponden al cumplimiento de las metas del segundo trimestre más algo más de 5.000 millones que ahora ponen a nuestra disposición", precisó el número dos del Palacio de Hacienda, respecto de la forma en que Argentina recibirá la ayuda del FMI.
El funcionario explicó que la baja del riesgo país, que se mantiene en 1.400 puntos básicos a pesar de la ayuda financiera internacional, se debe a que "esto no es una variación instantánea de un extremo a otro, al contrario, son procesos". Puso además en blanco sobre negro las severas condiciones que impuso el Fondo Monetario, al señalar que "el nivel de condicionalidad existe, siempre ha habido cartas de intención que tienen metas que corresponden a la performance del déficit, del gasto y de los activos financieros netos".
"Si no se cumple -prosiguió- tenemos un problema de credibilidad, y esto genera una serie de complicaciones que significan menor acceso a los mercados y menor ingreso de capitales".
En tanto, el asesor del ministro Cavallo, Horacio Liendo, señaló que "la clave del acuerdo con el FMI fue la decisión de la dirigencia política argentina de reducir el déficit a cero de manera inmediata" y, aunque reconoció que "es difícil" cumplir esa meta, señaló que no hay otra alternativa.
La movida del gobierno para llevar confianza en torno del cumplimiento del programa de déficit fiscal incluyó al propio Cavallo, que desde Bariloche aseguró que el acuerdo con el Fondo "alejó el riesgo del default".
La decisión de la provincia de Santiago del Estero de postergar el rescate de un bono que vence en los próximos días, desató la inquietud de inversores y analistas. De allí que Cavallo, ante un auditorio de banqueros y empresarios, aseguró que no habrá default ni devaluación.
En el mismo foro el economista Adolfo Sturzenegger aseguró que gracias al salvataje del FMI durante los próximos 18 meses el Estado nacional no tendrá que acudir al mercado financiero.
Según el economista esta situación aliviará la presión del sector financiero, permitirá una baja de las tasas y ayudará a la reactivación.

Marx dijo que el déficit cero es difícil pero cumplible.