Finalmente será Lorenzo Domínguez el piloto del proceso de reforma de la Constitución provincial, al que ayer el gobernador pareció hacerle otro guiño. "Eventualmente, en una reforma constitucional", dijo cuando le preguntaron si se daría curso a la unicameralidad.
Carlos Reutemann no había vuelto a hablar de enmendar la Carta Magna desde el 1º de mayo, cuando, en la Legislatura, la situó para 2002.
Pero aún ni quienes opinan que el achicamiento legislativo es un proceso irreversible -por opinión popular, moda o presión internacional- alcanzan a explicarse por qué Domínguez reemplazó a Baltuzzi, y no Carlos Carranza, el nombre más militado para el cargo en cercanías de la Casa Gris.
"El día que el Lole deje de sorprender habrá perdido parte de su capital político, pero también su más eficaz herramienta de conducción interna, que hace a su críptico estilo hacia afuera", reflexionó un hombre del entorno del gobernador. Los pocos momentos en que Reutemann disfruta del poder se producen precisamente cuando hace lo contrario a lo que se espera, correr el riesgo y tener suerte sin mayor costo. El célebre cartel "Jones-Reut" que no "quiso ver" en Interlagos en 1981 es la respuesta más acabada a la pregunta que ayer todos se hacían sobre las razones de la elección de los nuevos funcionarios.
Domínguez goza de la confianza y el afecto del gobernador. Cabe recordar que lo acogió con los brazos abiertos cuando retornó al PJ tras su paso por País (partido fundado por José Octavio Bordón). Se trata de alguien que piloteó uno de los casos más resonados en la prensa nacional como fue la supuesta contaminación provocada por una curtiembre en el norte provincial.
Acelerar sin mirar a los costados ni escuchar consejos es una salida que Reutemann aprendió antes de aquella carrera en Brasil. Siempre le dio resultados y no hay motivos para que abandone su práctica. Máxime si con ella equilibra y distribuye poder. Aquí entran las especulaciones internistas, según las cuales Carranza habría estado impulsado por un senador allegado al gobernador que ya ganó una pulseada en la conformación de la listas nacionales para octubre. El reemplazo de Latorre por Cavutto importaría cederle un espacio (ni más ni menos que la ayuda social en época electoral) a algún diputado también del entorno a quien responde políticamente la funcionaria.
J.S.M.
| |
La Ciudad
