El sanatorio Julio Corzo reabrirá sus puertas en no más de dos meses, y brindará servicios en los tres niveles de complejidad. Así lo confirmó ayer Aldo Caridi, presidente del consejo directivo del centro de salud, quien devolvió todo tipo de ataques a los gremialistas del Pami que se movilizaron en defensa de los policlínicos. "Rechazo enfáticamente que nos achaquen la intención de desguazar los Pami I y II para beneficio del Julio Corzo", dijo Caridi, quien adelantó que "podrán convivir los tres nosocomios sin ningún problema". Lo cierto es que el Corzo atenderá a jubilados, y por una cápita menor a la de los policlínicos del Pami, donde ven en el sanatorio sindical un fantasma. Mientras tanto, el subinterventor de Recursos Humanos de Pami Central, Eduardo Silvano, afirmó ayer que no se descartan "algunos" despidos (ver aparte) y que los recortes "se harán en Rosario y todo el país".
Representantes gremiales y empleados de la obra social y los policlínicos se movilizaron ayer hasta el sanatorio Julio Corzo, ubicado en San Juan al 3000, para hacer un escrache a los directivos del centro de salud cerrado en 1998. La columna recorrió todo el centro y llegó al Corzo cerca del mediodía, entre cánticos contra el ajuste nacional, bombas de estruendo y batucada.
La calle San Juan fue cortada durante media hora, lo que generó la molestia de cuatro choferes de la línea K que tuvieron que demorar involuntariamente su servicio. "Les pedimos que nos perdonen todos los que viajan en los colectivos, pero también estamos luchando para defender a sus viejitos", dijo una delegada de ATE-Pami por los altavoces.
En declaraciones a La Capital, la gremialista Claudia Indiviglia rechazó la gestión de la Ados para reabrir el Julio Corzo, porque consideró que "se hace a expensas de los Pami I y II".
Tanto Indiviglia como Enrique Gigena, de la Mesa Coordinadora de Jubilados, coincidieron en que "la maniobra de Ados intenta cerrar el Pami I para abrir el Corzo y cerrar el Pami II para abrir el Ferroviario".
La sindicalista rechazó a Caridi, a quien definió como "empleado y socio Aníbal Reinaldo, con quien busca dejar en la calle a los empleados del Pami en vez de preocuparse por brindar una buena prestación a los jubilados".
Y fue más allá: "En el Julio Corzo entraban más furgones de las cocherías que ambulancias con pacientes, porque acá tenían el más alto porcentaje de mortalidad de nuestros afiliados jubilados".
Mientras se desarrollaba la protesta, en los altos del sanatorio estaban reunidos los integrantes del consejo directivo del centro de salud, con Caridi, el tesorero Jorge Bilicic y el secretario general de la CGT Rosario, Manuel Bogado, a la cabeza.
Puntualmente, Bogado y Bilicic pusieron énfasis en que coincidían con que los manifestantes se expresen en contra del ajuste del Pami, pero no estaban de acuerdo con que ese consejo fuera el destinatario del escrache.
"Los que protestan son dirigentes enrolados en el Frepaso -enfatizó Bilicic- y por no quejarse ante los políticos de la Alianza, que son los que despiden a los trabajadores, nos atacan a nosotros, que siempre defendimos la salud de los jubilados".
Bilicic, quien confirmó que la cápita con que se atenderá a los jubilados es sustancialmente menor que la de los policlínicos de la obra social, dijo además que "el gobierno ya tiene planificado echar a 4.300 empleados del Pami en todo el país", pero aclaró que esa "no es una decisión que pase por Ados". Y pegó más duro: "Me extraña que los manifestantes vengan acá, siendo que cuando el sector privado les cortaba los servicios a los jubilados, nosotros siempre los seguimos atendiendo".
Respecto a la supuesta relación de Ados con Reinaldo, Bilicic indicó: "Lo conozco como hombre público, pero no tengo ninguna relación con él. Acá (por el sanatorio) hace dos o tres años que no viene".
"No somos pamidependientes"
Caridi, como titular de Ados y responsable del Corzo, no tuvo dudas al afirmar que "en un plazo perentorio de 30 o 60 días el sanatorio estará abriendo sus puertas".
La única condición que limitaría esta posibilidad se suscribiría a la situación del país. "De mantenerse en stand by el momento económico hay un 90 por ciento de posibilidades que se concrete la apertura del Corzo", señaló.
Caridi negó la utilización de cualquier vinculación política para perjudicar al Pami en beneficio de los intereses del sanatorio. "No somos pamidependientes. Somos paradigma de la seguridad social, pero estamos abiertos a otros proyectos", indicó. Y agregó que entre el análisis de las nuevas propuestas está en estudio la de una universidad privada local que pretende convertir al Corzo en un hospital-escuela.
Por último, señaló: "No decidimos quién abre y quién cierra. Pueden convivir tranquilamente los policlínicos y nosotros. Además, nos interesa colaborar con la salud pública local que está totalmente desbordada".