Año CXXXIV
 Nº 49.219
Rosario,
sábado  25 de
agosto de 2001
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Ahora se cree que la materia y la antimateria se comportan diferente a lo calculado
El hombre es producto de una "anomalía"
Varios investigadores hallaron pruebas de que la creación de la materia se debe a un desajuste de las leyes físicas

Thomas Wagner

Los físicos enfrentan desde hace decenios un gigantesco problema: en sus teorías sobre el origen del universo no hay en realidad lugar para el hombre y la materia. Pero ahora, por primera vez desde hace 37 años, un equipo investigador internacional ha hallado nuevas pruebas de que nuestro mundo debe su existencia a una "anomalía" física.
Tras dos años de experimentos en el acelerador de partículas Slac de la universidad estadounidense de Stanford, los investigadores del proyecto Babar, en el cual participan 500 científicos de nueve países, ampliaron un descubrimiento previo, según el cual la materia y la antimateria se comportan de manera diferente a lo calculado. El estudio fue publicado ayer por la Physical Review Letters.
En el Big Bang, la explosión primigenia que originó nuestro universo, hace 12 mil a 14 mil millones de años, la materia y la antimateria se expandieron en fracciones de segundo. La teoría actualmente aceptada, según Klaus Schubert, profesor de física de partículas de la Universidad Técnica de Dresde, dice que surgió entonces un número exactamente igual de partículas y antipartículas.
El problema es que ambas se anulan unas a otras y se transforman en luz. Algo, al parecer, no resultó al momento de nacer el cosmos. Porque, en lugar de luz eterna, surgieron galaxias, nebulosas y planetas y, más tarde, apareció incluso el hombre sobre la Tierra, dice Schubert.

El "mesón K"
Una posible solución a este enigma fue descubierta por investigadores en 1964 con el descubrimiento de una partícula rara y muy inestable. Contrariamente a lo que se esperaba, al serle aplicada una alta cantidad de energía, el "mesón K" no se desintegró exactamente de la misma manera que su contraparte, el "antimesón K".
La causa de ello es una pequeña anomalía física. Este descubrimiento les valió el premio Nobel de física 1980 a los estadounidenses James Cronin y Val Fitch.
La anomalía podría explicar por qué la materia y la antimateria no se aniquilaron una a otra tras el Big Bang, dice Schubert. Los científicos que participan en el proyecto Babar, incluyendo a las universidades alemanas de Dresde, Rostock y Bochum, pudieron detectar esta irregularidad por primera vez en otras partículas.
"Lo que hicimos fue simular el Big Bang", dijo Schubert. Para ello, en el interior de un acelerador de tres kilómetros de largo, los investigadores llevaron electrones a casi la velocidad de la luz, haciéndolos colidir con su contraparte, positrones.
En este mini Big Bang se observó por primera vez el "mesón B", una partícula sumamente difícil de crear. Lo que se descubrió fue que también su contraparte, el "antimesón B", se desintegró de manera distinta. Un experimento semejante hecho en Japón había detectado la misma anomalía, tal como publica en el mismo número la Physical Review Letters.

Una fuerza desconocida
Los resultados concuerdan con la teoría actual -el llamado modelo standard-, señala Roland Waldi de la Universidad de Rostock. El efecto observado, sin embargo, no llega a explicar el gigantesco excedente de materia en el Universo.
"Tiene que haber una fuerza aún desconocida por nosotros que explique el desequilibrio entre materia y antimateria en el Big Bang", dijo Schubert.
Los científicos esperan hallar en los próximos diez o quince años pruebas de la existencia de esa fuerza. No puede descartarse que se tropiecen incluso con una nueva ley natural que se salga del marco de la física tradicional, señala el físico alemán: "Eso valdría un premio Nobel", afirmó.



Hallan actividad errática en algunos corpúsculos.
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