Un juez condenó a los tres integrantes mayores de edad de un grupo de muchachos que en 1998 tendió una trampa para robarle a los automovilistas y terminó asesinando a uno de ellos. Aunque sólo uno abrió fuego, el magistrado sentenció a los tres como coautores -decir con la misma responsabilidad- y los castigó con penas de prisión de 10 y 11 años.
El episodio ocurrió la madrugada del 20 de abril de 1998. Fue en la bajada de la autopista Pedro Eugenio Aramburu a la avenida de Circunvalación. Siete u ocho sujetos -entre ellos una mujer y varios menores de edad- arrojaron un neumático a la calzada. Querían provocar así la detención de algún vehículo para robar lo que pudieran.
La primera parte del plan funcionó, pero cuando finalmente lograron frenar la marcha de un utilitario algo salió mal. Entonces lo que empezó como un robo terminó siendo un homicidio.
Juan Carlos Iaffei y Hubaldo Rodríguez eran de Santo Tomé. Hacia allí viajaban, provenientes de Buenos Aires. Cuando tomaron la bajada, el obstáculo colocado por los delincuentes en la ruta obligó a Iaffei, que iba al volante, a realizar una brusca maniobra. Un neumático delantero reventó y al conductor no le quedó más remedio que detenerse en la banquina.
Los delincuentes aprovecharon para rodear la camioneta y uno de ellos se dirigió directamente al conductor. Llevaba un revólver y apenas se acercó apretó el gatillo. El disparo hizo trizas el vidrio de la ventanilla.
El conductor intentó calmar al ladrón. No lo consiguió. Al primer balazo le siguieron otros cuatro o cinco. Al mismo tiempo, otro de los asaltantes golpeaba al acompañante, posiblemente con un cuchillo. Los demás integrantes de la banda, en tanto, se apoderaron de las pocas cosas que había en la camioneta. Luego todos escaparon mientras Iaffei intentaba bajarse del vehículo para pedir ayuda. Murió enseguida, ante la desesperación de su compañero de viaje.
Un encuentro inesperado
El sobreviviente fue conducido a la subcomisaría 19º y allí ocurrió algo inesperado. Mientras esperaba para declarar como testigo vio entrar a dos de las personas que habían participado del asalto. La Brigada de Homicidios los había detenido a pocas cuadras del escenario del atraco gracias a los datos aportados por algunos testigos.
Uno por uno, todos los integrantes del grupo fueron arrestados y a partir del cruce de sus declaraciones, y de los reconocimientos positivos en rueda de personas por parte de Rodríguez, quedó claro quiénes participaron. Así se supo, también, cuál fue el rol que desempeñó cada uno de ellos. Quedó establecido que el autor del disparo mortal fue Marcos David Insaurralde, quien en aquel momento tenía 19 años. El lo negó y dijo que estaba con su novia en otro sitio, pero no pudo probarlo.
Insaurralde fue procesado junto Cristian Roberto Taborda y Horacio Ismael o Ismael Horacio Fernández (la Justicia no tiene certeza sobre su identificación exacta). Son los otros dos mayores que armaron la trampa para automovilistas: tenían 18 y 20 años. Ahora el juez de Sentencia Luis Giraudo los condenó a los tres como coautores del mismo delito: un robo que terminó en asesinato.
A Fernández lo sentenció a 11 años de prisión porque le sumó otro intento de robo a mano armada. A Insaurralde y Taborda, en tanto, le dio 10 años. La chica que integró el grupo ni siquiera llegó a ser juzgada. Es que nunca hubo indicios suficientes para probar que tuvo alguna responsabilidad en el hecho. Los otros cinco integrantes tenían menos de 18 años y por eso se les inició una causa en la Justicia de Menores. Las condenas, en tanto, fueron apeladas por los abogados defensores.