| | Schumacher desea seguir en Ferrari toda la vida
| El recientemente consagrado tetracampeón mundial de Fórmula Uno, el alemán Michael Schumacher, expresó ayer su deseo de "vivir para rato" y seguir con la escudería italiana Ferrari "hasta el fin" de sus días como deportista. "Tengo intención de vivir para rato y, si Ferrari me quiere, seguiré vistiendo el uniforme rojo de la escudería durante toda la vida", declaró Schumacher a los periodistas tras las pruebas realizadas ayer en Mugello, donde tuvo un fuera de pista. La Ferrari del alemán se fue por la vía de escape, a la altura de la curva San Donato, y se estrelló contra la doble protección de neumáticos, sin daños para el piloto, pero sí para la máquina. Los ensayos se llevaron a cabo a puertas cerradas y las cerca de seis mil personas que acudieron a Mugello para ver a su ídolo tuvieron que conformarse con verlo de lejos y seguir sus proezas al volante desde afuera del circuito. Las pruebas de ayer son las primeras que realiza el piloto alemán desde su reciente victoria en el Gran Premio de Hungría, con la que también se adjudicó su cuarto título mundial de Fórmula 1 y convirtió a Ferrari en ganador de la Copa de Constructores. "Creo que no hay que esconder las lágrimas. Cuando era más joven intentaba reprimir las emociones, ya que pensaba que podían ser malinterpretadas. Hoy no pienso lo mismo porque tengo más confianza y seguridad en mí mismo", declaró Schumacher, feliz en su condición de campeón del mundial de Fórmula Uno. Las victorias parecen haber roto la frialdad y esa punta de individualismo que acompañaron a la figura del piloto alemán en los últimos años. "Somos un equipo y las últimas cuatro victorias son la demostración del método seguido por un grupo unido que lucha y trabaja duramente y con gran disciplina para alcanzar el primer puesto", aclaró. Schumy, como lo llaman los millones de italianos apasionados de Ferrari, confesó sentirse en la obligación de devolver todo lo que se le dio en estos últimos años. Este es el motivo, explicó, por el que donó el trofeo ganado en Budapest a su compañero de escudería, el brasileño Rubens Barrichello, que quedó en segundo lugar en el Gran Premio húngaro y al que prometió su apoyo para lograr el subcampeonato. Barrichello ocupa actualmente la tercera posición del campeonato, del que aún se deben correr cuatro grandes premios, cinco puntos por detrás del escocés David Coulthard, de Mercedes-McLaren. Poco antes del accidente, Schumacher dijo que si Barrichello "corre tan fuerte como lo hizo en Budapest no precisará ninguna ayuda" para el subcampeonato, cuyo título ya quedó en manos del alemán, cuando todavía faltan cuatro fechas para completar el campeonato. Michael Schumacher descartó en cambio que pueda "ayudar" a su hermano Ralf, de la competidora Williams, y que también tiene chances de luchar por el segundo lugar, lo mismo que el escocés Coulthard. "Todos dicen ahora que Michael me ayudará, pero yo no lo pienso así. Primero debo ayudarme a mí mismo. Si él hizo la pole y yo estoy sexto no habrá modo de que pueda ayudarme", dijo a su vez Barrichello, a través del sitio de Ferrari en Internet. Convencido de que en Budapest corrió una de su mejores carreras, Barrichello consideró que "no debe ser una coincidencia el hecho de que Michael haya ganado dos campeonatos", a partir de que él arribó a la escudería del cavallino rampante. "Además, si yo no hubiese salido segundo en Budapest no habríamos podido celebrar esa misma noche la Copa de Constructores", agregó el brasileño, en las pruebas del circuito de Mugello. Por su parte, Schumacher, casado y con dos hijos, afirma que sus victorias también se celebraron en su familia, si bien precisó que "los niños no se dan cuenta de todo lo que hace el equipo Ferrari", ya que "viven en un mundo diferente".
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