Año CXXXIV
 Nº 49.218
Rosario,
viernes  24 de
agosto de 2001
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Un parapentista quedó colgado de la Estatua de la Libertad
Durante 45 minutos pendió a 93 metros de altura del célebre monumento neoyorquino. Luego escaló hasta la antorcha

Engancharse durante un vuelo en parapente puede ser un incidente vergonzante. Aunque, de suceder en una zona despoblada, al menos el decoro del deportista queda a salvo. Si al aficionado a los vuelos le ocurre la desgracia de quedar bamboleando de la antorcha de la estatua de la Libertad, en Nueva York, lo más probable es que todo el mundo se entere.
Thierry Devaux, de 41 años, es desde ayer por esa razón una celebridad. Su parapente rojo con revestimiento dorado quedó pendiendo en el aire durante tres cuartos de hora en la ciudad más visitada del planeta. Al intentar un aterrizaje, su paracaídas se enredó en la antorcha dorada que sujeta la Estatua en su mano derecha y que está exactamente a 93 metros sobre el mar.
Como un péndulo humano, Devaux quedó moviendose casi 45 minutos de los cabos de su parapente en el aire hasta que logró subir a través de las cuerdas los siete metros que lo separaban de la antorcha. Fue ahí que efectivos policiales lo pusieron a resguardo y bajo custodia.
El parapentista llevaba una camiseta con un logotipo de protesta contra la colocación de minas terrestres, informó un portavoz policial, quien sin embargo aclaró que de ello no podía inferirse que el frustrado vuelo hubiese sido una acción de protesta contra ese tipo de armamento. Devaux no habría llevado ningún otro elemento que indicase una motivación pacifista, señaló el representante policial.
Devaux informó que el año pasado había intentado la misma peripecia, aunque también infructuosamente. Durante el pasado verano estadounidense pretendió aterrizar en la pequeña terraza para visitantes de la Estatua y lanzarse desde ahí al vacío con ayuda de una soga. También había hecho intentos similares en la Torre Eiffel, en París, y en el puente del Golden Gate, en San Francisco, Estados Unidos.
La idea de Devaux era arribar al descanso de la antorcha. Jamás previó quedar atrapado en la zona más visible desde el sur de Manhattan.
La Estatua de la Libertad, de 93 metros de altura, está situada en el centro de la pequeña isla llamada Liberty Island. Es el símbolo de la populosa ciudad y saluda a los inmigrantes y visitantes de todo el mundo desde 1885. Fue un obsequio de Francia a la ciudad de Nueva York.
Por temor a un atentado terrorista, la policía evacuó Liberty Island y envió a todos los turistas de vuelta a Manhattan.
De las declaraciones de Devaux surge que inició el vuelo con su parapente motorizado a más de dos kilómetros, en Nueva Jersey. La Estatua de la Libertad representa a una mujer que pisa las cadenas de la tiranía. Las siete púas de su corona simbolizan los destellos de la libertad que llegan a los siete continentes a través de los siete mares.
En su mano izquierda sostiene una tabla con la fecha de proclamación de la independencia de Estados Unidos, el 4 de julio de 1776. La mano derecha eleva una antorcha, el símbolo de la esperanza.
La Estatua de la Libertad es, junto con el edificio Empire State de la Quinta Avenida, el mayor atractivo turístico de Nueva York. Sobre todo en verano, los que quieren ascender a la corona de la Estatua deben esperar más de tres horas, debido a la cantidad de turistas que desean cruzar en barco hacia Liberty Island.



Devaux no logró el descenso de la antorcha.
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