Agentes de la Guardia Civil española rescataron ayer frente a la costa de una de las Islas Canarias los cadáveres de nueve inmigrantes africanos que intentaban llegar ilegalmente a España. Los indocumentados fueron arrojados al mar, y perecieron allí, minutos antes de que los agentes costeros interceptaran la embarcación con la cual pretendían llegar a la isla de Fuenteventura.
Fuentes de la Guardia Civil informaron además que otros ocho inmigrantes indocumentados que viajaban en la misma embarcación y consiguieron llegar a la isla fueron detenidos allí, y agregaron que otra embarcación con 21 ilegales fue interceptada cuando intentaba llegar a Almería, una ciudad del sur de Andalucía, sobre el mar Mediterráneo.
La mayor ola ilegal inmigratoria se registra desde el pasado fin de semana en España, favorecida por las buenas condiciones climáticas, que son aprovechadas por rudimentarias embarcaciones que parten del norte de Africa para alcanzar la costa española.
Exodo de Africa
El sábado pasado, agentes costeros interceptaron a 535 inmigrantes africanos que intentaban ingresar ilegalmente al país, mientras que dos días antes otros 100 indocumentados fueron detenidos en las costas de Cádiz y de la isla canaria de Fuenteventura.
La nueva ola inmigratoria alertó a las autoridades españolas, que el miércoles citaron en el Ministerio de Relaciones Exteriores al encargado de negocios de la embajada marroquí en España, Abdelkader Molish.
El director general de la Cancillería española, Javier Garrigues, se reunió con Molish y elevó una queja ante Marruecos, exigiendo la intensificación de la lucha contra los emigrantes ilegales de ese país.
Las autoridades marroquíes destacaron por su parte que las responsabilidades deben de ser "compartidas" y aseguraron que realizan "esfuerzos importantes y en progresión constante" para luchar contra la emigración clandestina.
Asimismo, los responsables del país africano aseguraron que entre el 1 de enero de 2000 y el 30 de junio de este año detuvieron en su territorio a más de 35.000 candidatos a la emigración clandestina, 20.000 de ellos marroquíes y el resto de otros países africanos y asiáticos.