Madrid. - La policía autonómica vasca (Ertzaintza), criticada a menudo por su falta de profesionalismo en la lucha antiterrorista, asestó el mayor golpe de su historia a la ETA con la desarticulación de una célula armada y la detención de ocho presuntos activistas en la provincia vasca de Guipúzcoa que preparaban un atentado con coche bomba. La policía encontró en el transcurso de la operación, coordinada por el juez Baltasar Garzón, un laboratorio electrónico y un almacén "muy importante" de material tecnológico, armas y explosivos, entre ellos 50 teléfonos móviles preparados para activar bombas, según informó el consejero de interior del gobierno vasco, Javier Balza.
La desarticulación del "comando Buruntza", nombre de un monte cercano a la localidad guipuzcoana de Andoain, fue calificada por el titular vasco de Interior como la operación policial "más importante" practicada desde los años 80 contra la infraestructura de ETA en la provincia de Guipúzcoa. El éxito policial se produce en una etapa de diálogo entre Madrid y el gobierno vasco, que se han propuesto mejorar la colaboración entre ambas fuerzas policiales, a menudo con interferencias en las intervenciones. La Ertzaintza se queja de que Madrid le "roba" información.
El presidente del gobierno autónomo vasco (lehendakari), Juan José Ibarretxe, colocó la lucha anti ETA como máxima prioridad de su gobierno al comenzar la legislatura, en junio pasado. Madrid, por medio de su ministro del Interior, Mariano Rajoy, felicitó al gobierno vasco por la operación, que culminó con la desarticulación del llamado "comando Buruntza", perteneciente al "comando Donosti", el más sanguinario de ETA.
"Esfuerzo permanente"
Balza destacó el "esfuerzo permanente" de la Ertzaintza en la lucha contra ETA "a pesar de que no siempre es así reconocido".
Los detenidos, en tres localidades de la provincia de Guipúzcoa, son cuatro presuntos miembros del "comando Buruntza" de ETA, un posible colaborador directo y tres personas que serán investigadas por su su relación directa con los miembros del comando. "Es un comando completo y evidentemente se disminuye importantemente la capacidad de acción de ETA en el territorio de Guipúzcoa, aunque este comando no es todo ETA y por lo tanto no hay que bajar la guardia", declaró Balza, cuyo cargo equivale al de ministro del Interior en el País Vasco.
La policía encontró en el garage de una vivienda de Zizurkil (Guipúzcoa) un coche bomba preparado para atentar en los próximos días, según la policía vasca. El coche había sido robado hace dos meses y tenía ya una olla preparada en el maletero para emplearlo como un coche bomba, lo que indujo a lanzar la operación ante la posible inminencia de un atentado, explicó Balza.
"Ha sido un fuerte golpe a la operatividad del comando. La decisión de intervenir ha sido por la posible inminencia de un atentado con el coche que se ha localizado", expresó el ministro del Interior vasco.
En la operación la policía se ha incautado de un total de 160 kilos de explosivos, la mayor parte de titadine, cinco subfusiles (tipo Uzi), dos fusiles de asalto, tres pistolas, una escopeta recortada, granadas, y unos 40 teléfonos móviles preparados para hacer estallar artefactos. Esta es la cuarta operación antietarra de la Ertzaintza desde que el grupo separatista vasco rompió la tregua, en diciembre de 1999, y la decimoquinta célula armada que desarticula en el último decenio.
Las fuerzas de seguridad y la Ertzaintza desarticularon cuatro grupos del denominado "comando Donosti" en lo que va de año. Este comando es uno de los más emblemáticos y sanguinarios de la organización separatista vasca. ETA mató a 35 personas desde que puso fin a una tregua unilateral de 14 meses en enero del 2000. El grupo ha asesinado a más de 800 personas desde que empuñó las armas en 1968 para lograr la independencia del País Vasco.