Año CXXXIV
 Nº 49.217
Rosario,
jueves  23 de
agosto de 2001
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El dilema del primer álbum

A pesar de contar con diez años de trayectoria, La Vaca de Muchos Colores todavía no consideró la idea de grabar su CD debut. La banda, que actuó como soporte de Los Fabulosos Cadillacs, tiene registrados varios demos, pero no está entre sus prioridades el editar un disco.
"Antes de entrar a grabar queremos que el show se aceite bien, que el grupo se termine de consolidar en vivo. También intentamos que nos conozca más gente", explicó Germán Caseti. El cantante aseguró que la convocatoria de la banda se multiplicó en los últimos años. "De convocar a 90 personas pasamos a juntar desde 180 hasta 250 -afirmó-. Cuando se forme una movida realmente interesante, y alcancemos el grado de profesionalismo que pretendemos, entonces ahí empezaremos a grabar", explicó.
Según el líder de la banda, "todavía persiste una idea de los años 80, cuando grabar un disco era el sumun. Pero ahora cualquiera que tenga 1.500 pesos puede grabarse un compacto. El tema es qué hacés después con ese material, porque si no tenés una escena armada eso se muere".
El formato de edición independiente no termina de convencer a la banda. "Eso le conviene a las bandas grandes como Los Piojos, por ejemplo. A ellos les pagaron un millón y medio de pesos cuando firmaron el contrato. A los grupos chicos no les sirve porque no tienen el aparato de difusión necesario para publicitar un disco", aseguró Caseti.


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