Año CXXXIV
 Nº 49.216
Rosario,
miércoles  22 de
agosto de 2001
Min 8
Máx 22
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Alemania abrió un canal de diálogo en el conflicto sobre Medio Oriente
Peres y Arafat se reunirían la semana próxima en Berlín. Estalló un coche bomba en Jerusalén, sin víctimas

Jerusalén. - El líder palestino, Yasser Arafat, y el canciller israelí, Shimon Peres, se reunirán posiblemente la semana próxima en Berlín para relanzar las negociaciones de paz que pongan fin a la ola de violencia en Medio Oriente. La reunión fue acordada a instancias de los buenos oficios del ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, de visita en la región. Empero, estos gestos de buena voluntad fueron parcialmente opacados por un atentado ocurrido en el centro de Jerusalén y que sólo por fortuna no arrojó víctimas. Fischer, quien goza de un fuerte prestigio al obtener en junio pasado de Arafat una aceptación de un cese del fuego (aunque efímero) luego del atentado palestino a una discoteca de Tel Aviv, llegó a Jerusalén y Ramala como un interlocutor ampliamente dispuesto al diálogo.
Luego del primer coloquio con Peres, el lunes en Tel Aviv, Fischer tuvo ayer dos reuniones en Ramala con Arafat, a quien transmitió algunas "nuevas ideas" -en parte del mismísimo Peres- para arribar a un gradual cese del fuego en los territorios. Por lo que resulta, para el ministro israelí la tregua debería comenzar en las áreas de menor tensión para luego extenderse progresivamente a otras. No está claro hasta que punto Arafat está dispuesto a recibir las ideas que Fischer le presentó. Sin embargo, al término de la conversación con el enviado alemán, Arafat dijo "ver con beneplácito las buenas ideas (de Fischer) y también un encuentro con Peres" que parece ser tendrá lugar la semana próxima en Berlín, en la oficina del propio Fischer. Antes, un encuentro no parecía posible por los compromisos de Arafat, esperado en China, y de Peres, de visita desde ayer en Hungría.
Peres, interrogado en Budapest, afirmó que quedan todavía por acordar la fecha y el lugar de la reunión con el líder palestino. Ambos líderes de Medio Oriente se vieron por última vez a mediados de julio en El Cairo.
Reacciones que no fueron negativas llegaron además de parte del premier Ariel Sharon, notoriamente hostil a reuniones con Arafat o al menos escéptico sobre su utilidad. El vocero de Sharon, Raanan Gissin, dijo "que el encuentro será significativo en la medida en que se consiga frenar la violencia". En casi 11 meses de Intifada, represión israelí y atentados sangrientos, los muertos llegan a 720. Sharon acogió calurosamente la visita del ministro alemán y afirmó que "está feliz de recibir en Jerusalén a un viejo amigo de Israel que está haciendo todo el esfuerzo posible para facilitar la paz en Medio Oriente". El premier tuvo asimismo una larga conversación con su huésped al término de la cual retornó a Ramala para un segundo encuentro -esta vez fuera de programa- con Arafat.
Al respecto, el enviado del gobierno ruso al Medio Oriente dijo que Moscú y Washington están listos para implementar un plan que permitirá a un tercer país supervisar el proceso de paz entre israelíes y palestinos. Vasily Sredin, enviado del presidente ruso Vladimir Putin, dijo que Rusia y Estados Unidos acordaron que era necesario que Israel y la Autoridad Palestina se sienten a dialogar para minimizar sus diferencias, reportó la agencia noticiosa rusa Itar-Tass.

Pudo ser una tragedia
Pero con estos últimos signos de posible reanudación de las negociaciones por la paz, acaeció la explosión de una bomba en el centro de Jerusalén, que hubiera podido causar una verdadera tragedia. Un artefacto explosivo de pequeña potencia explotó junto a un automóvil estacionado en una calle llena de restaurantes y cafés. Los técnicos de la policía descubrieron además dentro del automóvil un artefacto muy potente que si hubiera estallado seguramente hubiera causado numerosas víctimas. Según el jefe del distrito de la policía de Jerusalén, Micky Levi, eran las intenciones de los agresores que este segundo explosivo -muchísimo más potente- explotará poco después del primero en modo de herir o matar a los socorristas y la gente en general. El propietario del automóvil resultó ser un árabe de Jerusalén este, que fue apresado para ser interrogado.
El atentado fue reivindicado por el Ejército del Frente Popular-Batallones del Retorno, un grupo palestino que dijo querer vengar el asesinato de Samir Abu El Ezz, un activista de Al Fatah que murió la semana pasada en Rafah (Gaza) junto a sus dos hijos en una explosión cuyas causas aún están por esclarecerse.



La policía inspecciona el coche-bomba en Jeruzalén.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Permiso laboral
Diario La Capital todos los derechos reservados