| | cartas ¿Buenos muchachos?
| Cuando alguien habla, hay dos posibilidades: que diga la verdad o que mienta. Para el que escucha también existen dos alternativas: que crea lo que está escuchando (o leyendo) o que no lo crea; una tercera sería tener dudas sobre lo que está oyendo. Volviendo al que se expresa, también hay dos posibilidades en relación a lo que está sintiendo y pensando mientras habla. Si tiene la tranquilidad de conciencia que le da el hecho de saber que está diciendo la verdad puede ser que esté seguro de que le van a creer, o puede tener temor de que no sea así. Leyendo y escuchando las declaraciones de los jefes de las dos barra brava de Central, me hago las siguientes preguntas: ¿habrá alguien que les crea a estos "buenos muchachos"? Ellos, ¿estarán seguros de que la gente les cree? ¿tan giles somos como para creerles? Si ellos piensan que la gente es lo suficientemente ingenua como para creerles, los giles son ellos. Pero, obviamente, eso a ellos les interesa un comino. En realidad no los debe preocupar en lo más mínimo. Se dicen "hinchas" de Central, pero para ir a la cancha y alentar, quieren cobrar. Hincha verdadero es el que paga su entrada o su cuota societaria para ver y alentar al equipo de sus amores. Ellos sólo quieren entrar gratis, viajar gratis, hacer lío, promover, provocar y protagonizar incidentes. Mucha gente ha dejado de concurrir a los estadios de fútbol no por la crisis económica que estamos atravesando, sino por el accionar delictivo de estos energúmenos inadaptados que no saben lo que es el respeto al resto del público concurrente. Manuel Lafont
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