Año CXXXIV
 Nº 49.216
Rosario,
miércoles  22 de
agosto de 2001
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Los boliches cerrarán a las 5.30 si aprueban una ordenanza
Los concejales tratarán mañana la reglamentación de locales nocturnos. Los decibeles, el punto conflictivo

Las disco rosarinas podrán cerrar a las 5.30 y deberán contar con un compresor de sonido si los concejales aprueban mañana la ordenanza que regula los locales nocturnos. El punto más conflictivo de la reglamentación gira en torno a los decibeles máximos permitidos: mientras que en la comisión de Gobierno -que se reunió ayer- determinaron que el sonido puede llegar hasta 80 decibeles, los empresarios de la noche dijeron que ese tope es "absurdo, porque la música no se va a escuchar".
Después de cinco meses de idas y venidas por distintas comisiones, los concejales que forman parte de la comisión de Gobierno le dieron ayer luz verde a la reglamentación de las confiterías bailables, bares y cantinas de la ciudad. La ordenanza será tratada detalladamente en la sesión de mañana con el objetivo de establecer de una vez las pautas que deberán cumplir los empresarios de la noche.
Bolicheros, dueños de cantinas y vecinos de las zonas más próximas a los locales nocturnos se hicieron presentes en la reunión de ayer. En la oportunidad, mostraron su disconformidad con el tope de 80 decibeles de sonido que se dispuso en los borradores de la normativa. "Una conversación de 20 personas llega a los 85 decibeles, ¿cómo puede ser que se fije a 80 como tope en los bares o boliches?, la música no se escucharía", soltó el presidente de la Cámara Rosarina de Esparcimiento y Espectáculos Públicos, Blas Cardozo.
En relación con este punto conflictivo, la presidenta de la comisión de Espectáculos Públicos del Concejo, Analía Carrió, deslindó las responsabilidades a los concejales que integran la comisión de Salud: "Primero se fijó como tope 90 decibeles, pero en Salud determinaron -basándose en un estudio- que debía ser de 80 como máximo. Este punto tendrá que definirlo el Departamento Ejecutivo o los expertos, porque nosotros somos concejales, no especialistas en ruido".
Para el titular de la Cámara de Confiterías Bailables y Afines, Martín De Larrechea, "es urgente que se apruebe la ordenanza porque estamos desesperados. Tenemos que hacerle frente a costos altísimos y la venta de entradas bajó terriblemente. Le estamos dando de comer a los boliches de Baigorria, Arroyo Seco y Funes, que cierran a las 7, mientras que a nosotros nos obligan a cortar la música a las 4", se indignó.
La reglamentación prevé el cierre de los locales a las 5.30, pero en la última media hora el disc jockey deberá difundir la música de una manera que invite a los concurrentes a retirarse del lugar. No se permite que los locales funcionen a menos de 200 metros de centros de salud con internación y tampoco podrán asentarse cuando exista una oposición fundada del 20 por ciento de los vecinos. En cuanto a los medidores de sonido, que también fueron centro de discusión entre bolicheros y autoridades municipales, cada local deberá contar con un software que comprima el sonido. Si mañana se aprueba la ordenanza, los empresarios tendrán 90 días para aplicar la normativa.


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