Según la experiencia de un grupo de adultos mayores que trabaja con técnicas de expresión corporal en el Pami I "a través del cuerpo se logran cambios y nuevas adquisiciones. Al reconocernos como cuerpo se abren puertas internas y externas, donde aprendemos a mirarnos y querernos sin dejar de ver al otro, así nos vamos retroalimentando".
En expresión corporal se trabaja con la técnica de sensopercepción: el ser humano entabla relaciones con el mundo a través de sus sentidos y elabora un mundo perceptual. Este ejercicio atiende a la persona, a la toma de conciencia de su propio cuerpo, a la liberación del movimiento.
Cada individuo explora por sí sus posibilidades de movimiento y de expresión con la guía del docente, que tratará de no imponer el resultado de sus propias percepciones, en desmedro de las sensaciones de los alumnos.
El grupo del Pami I, integrado por Irene Negro, María del Carmen Gabutti, Ana Amelia Torres, Lidia Bruno, María Teresa Magro, Olga Sardino, María Angélica García, Irma Gómez, Josefa Leandrini, Clara Boussy, Bety Smulovitz, Marta Vieux, María Esther Moreno, Juana Zorzano y Raquel Sánchez, define la experiencia de la siguiente manera: "es el lugar del goce, de la felicidad y en la integración se constata como una escuela de vida, donde se le da un valor fundamental a la espiritualidad y a lo netamente humano".
Esta disciplina trabaja también con la improvisación, hacer algo de pronto, sin preparación. Es ese hacer voluntario en el que se pierde el límite entre lo consciente y lo inconsciente, se manifiesta, se libera, es el libre surgimiento de la espontaneidad. Esto requiere, en principio, una buena dosis de concentración, se trata de lograr una síntesis entre la actividad imaginativa y la comunicación, que busca como resultado el trinomio "idea, emoción, forma".
Lenguaje corporal
Tanto la técnica de sensopercepción como la de improvisación en expresión corporal integran la investigación. Se trata de descubrir nuevos conocimientos con respecto a nosotros mismos y el mundo circundante. Toda información que obtenemos nos sirve para conocer, dando lugar a la posibilidad de transformar. El cuerpo expresa el mundo de las emociones mediante el lenguaje corporal, fuente de expresión profunda.
Por último, se emplea la composición, que debe desarrollar las percepciones de quien compone y de quien observa. Existen cinco principios que se integran en una composición:
* Libertad.
* Unidad: aquí se tiene en cuenta que una composición debe constar con un inicio, desarrollo, cierre, hilo conductor y objetivo central.
* Equilibrio: relacionado con la armonía (espacial, rítmica, de personajes); a su vez este también se relaciona con el cambio y la proporción.
* Equivalencia.
* Oposición
Contemplando las diferentes realidades psicofísicas, sociales, económicas y culturales; la evolución, el cambio y reordenamiento constante que atraviesa el ser humano a lo largo de su vida es que la expresión corporal invita a ampliar aquel lenguaje que utilizamos para enviar mensajes desde y sobre todo en los primeros años de vida, cuando todavía no hemos estructurado el lenguaje verbal.
Para un niño ampliar el lenguaje de movimiento a través de este trabajo significa conocer su cuerpo, recrear y transformar objetos, adecuar las nociones temporoespaciales, corporizar imágenes y fantasías, fomentar la actividad artística y compartir
Mientras que para los adolescentes, adultos y gerontes es sinónimo de conservar, acompañar, y dar apoyatura consciente a la palabra, pero también prescindir de ella y expresarnos más que nunca con el cuerpo, además de transformarnos en seres sensibles.
Los adultos mayores que integran el grupo de expresión corporal de Pami I dicen sentirse "florecidos, encontrando que la vida es un canto de alegría, a veces de tristezas, pero nos sentimos como los jacarandaes, llenos de coloridos y con la imaginación alada, sentimos así que la vida es un reto y estamos preparados para seguir adelante lo mejor posible desde esta disciplina".
La Ciudad
