El hombre que recibió un corazón artificial autosuficiente habló en público ayer por primera vez, declarando que "sabía que esa era mi última oportunidad". Más de seis semanas después de haber recibido el dispositivo experimental, Robert Tools, de 59 años de edad y oriundo de Kentucky, habló ante la prensa mediante circuito cerrado de televisión en el Jewish Hospital de Louisville.
Los médicos permitieron que se corra el velo que se cernía sobre la identidad del paciente de 59 años que desde el 2 de julio pasado vive con un corazón experimental en el Jewish Hospital de Louisville, Kentucky.
Luego de 51 días, Robert Tools, se reunió con los periodistas mediante un video. El paciente respetó la cita con la prensa, que había sido anunciada anteayer, y habló desde su habitación en la que desde un par de semanas atrás vive con auxilio de una máquina de respiración asistida gracias a la que puede afrontar mejor una infección que le provoca fiebre.
"Tuve la alternativa de permanecer en casa y morir, o venir aquí y tomar la otra opción", dijo el hombre originario de la ciudad de Franklin. "Decidí venir aquí y aceptar la oportunidad que me daban. Lo pedí porque sabía que esa era mi última opción". El paciente se veía frágil y hablaba con una voz algo jadeante, sujetándose la garganta, luego que le fue practicada una traqueotomía.
Bomba de titanio
Tools, ex trabajador de la compañía telefónica y profesor, recibió la implantación de una bomba de titanio y plástico el 2 de julio, pero su nombre y rostro no fueron divulgados sino hasta esta semana.
El paciente sonrió mientras decía que el zumbido del artefacto que le fue colocado en el pecho es algo a lo que todavía no se acostumbra, aunque añadió que le gustaba, porque sabe así que está vivo.
Antes de la presentación, el hospital exhibió un video que lo mostraba leyendo tarjetas de felicitación y desenvolviendo regalos durante una fiesta de cumpleaños, recientemente realizada en el hospital.
Diabético y con un largo historial de problemas cardiacos, Tools fue considerado demasiado enfermo como para recibir un trasplante de corazón. Antes de la cirugía, estaba tan débil que podía dar solamente unos cuantos pasos y ni siquiera levantaba la cabeza cuando hablaba con sus doctores. Su esperanza de vida era de tan solo 30 días.
No resistía un trasplante
Tools viajó de Colorado a Kentucky hace cinco años, con la esperanza de recibir un trasplante, pero se debilitó tanto que apenas era capaz de atravesar una calle, dijeron algunos de sus vecinos.
Sus condiciones progresivamente empeoraron y en los últimos meses los médicos consideraron la posibilidad de un trasplante para salvarlo. Pero esto luego se descartó ya que, por su delicado estado de salud, un trasplante que no le hubiera permitido resistir las terapias contra el rechazo.
"Me doy cuenta de que la muerte es inevitable, pero también de que si hay una oportunidad para extender la vida, uno la toma", dijo. Por otra parte, el paciente agradeció a los periodistas por la forma en que habían manejado la información sobre su trasplante: "Quiero agradecer a todos ustedes por no invadir mi vida privada o la de mi familia y esperar hasta el último minuto para divulgar mi nombre".
La discreción que rodeo al caso fue tal -subrayaron cronistas locales- que hasta los vecinos de la casa de Franklin no sabían siquiera que Tools era el misterioso hombre que saltó al plano internacional luego de la implantación en su cuerpo del primer corazón artificial alimentado por una batería interna.