La brusca desaceleración de la economía en Estados Unidos podría haber tocado fondo y esta percepción, según los analistas, hace prever que la Reserva Federal (banco central) reducirá hoy las tasas de interés en un cuarto de punto. Desde el 3 de enero, la Reserva Federal redujo seis veces las tasas de interés, que pasaron de su nivel más alto desde 1991 a su nivel más bajo en siete años, con la esperanza de estimular el gasto de los consumidores, que equivale a dos tercios del Producto Bruto Interno (PBI) de EEUU. Para una amplia mayoría de los analistas la economía estadounidense sigue funcionando bien: el desempleo se mantiene bajo, en aproximadamente el 4,5 por ciento de la fuerza laboral y concentrado en algunos sectores, el índice de precios al consumo (IPC) bajó en julio un 0,3 por ciento -por primera vez en quince años-, y las bajas tasas de interés permitieron que se mantenga muy activo el mercado inmobiliario. El comité de mercado abierto de la Reserva Federal realizará hoy su reunión regular y los inversores esperan, casi por unanimidad, otro recorte de un cuarto de punto porcentual, que situaría en el 3,5 por ciento la tasa interbancaria por préstamos a corto plazo. Los inversores tienen por delante una semana en la que se publicarán diversos datos sobre la economía, como la demanda de bienes durables, las ventas de casas nuevas y los principales indicadores correspondientes a julio. En su reunión anterior, a finales de junio, la Reserva Federal decepcionó a los inversores más asustadizos cuando aprobó una rebaja de apenas un cuarto de punto porcentual, después de varios recortes de medio punto. Para entonces, varios miembros del comité de Mercado Abierto, ya veían signos de que la desaceleración, que empezó en julio de 2000, había llegado a su fin y comenzaba un ciclo de recuperación. Pero las cifras respecto a la actividad manufacturera y de demanda de bienes, junto con un índice ínfimo de inflación en julio y agosto, eclipsaron aquellos cálculos y fortalecieron la percepción de que los consumidores necesitan otro estímulo, al haber margen para bajar aún más las tasas de interés sin que se disparen los precios.
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