Año CXXXIV
 Nº 49.215
Rosario,
martes  21 de
agosto de 2001
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The New York Times opinó que Argentina debe juzgar a Astiz

El diario The New York Times, en un editorial publicado ayer, afirmó que la Argentina debería juzgar al ex represor Alfredo Astiz, quien fue liberado la semana pasada luego de que el gobierno rechazara la extradición solicitada por Francia e Italia por la desaparición de ciudadanos de ambos países durante la dictadura.
"Argentina, que argumentó que los crímenes cometidos en el país deben ser juzgados en cortes argentinas, debe ahora aprovechar la oportunidad largamente aplazada para llevar a Astiz ante la Justicia", indicó la autora del artículo, Tina Rosenberg.
Sin embargo, el editorial titulado "El rostro encantador del brutal pasado argentino", afirma que es improbable que la administración De la Rúa procese al ex marino.
"El gobierno querría que Astiz permanezca callado, pero parece improbable que lo juzgue", sostuvo Rosenberg, quien consignó que el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, había asegurado que los crímenes por los que se acusa a Astiz están cubiertos por las leyes de obediencia debida y punto final.
Rosenberg, ganadora del premio Pulitzer y autora del libro "Hijos de Caín: la violencia y los violentos en América latina", afirmó que una corte argentina falló que estas leyes eran inconstitucionales y señaló que una amnistía similar en Perú fue invalidada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Astiz estuvo detenido desde el 1 de julio hasta la semana pasada a raíz de una solicitud de extradición planteada por un juez italiano por el secuestro, tortura y desaparición de los ítalo-argentinos Giovanni y Susana Pegoraro, que estaba embarazada y dio a luz en cautiverio; y de Angela María Aieta.
Francia pidió a su vez la extradición del ex militar el 3 de julio por el secuestro y desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, delito por el cual fue condenado en rebeldía en 1990 por un magistrado de ese país.
Suecia investiga asimismo a Astiz -conocido como el Angel Rubio-, uno de los personajes más simbólicos de la represión ejercida por la última dictadura militar, acusado por el asesinato de la sueca-argentina Dagmar Hagelin, de 17 años.


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