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Son nuestros hijos

Como toda mamá siento una verdadera preocupación por todo lo que sucede en nuestra sociedad. Más claramente quiero referirme a los boliches bailables. Vivo cerca de uno al que concurren, a determinada hora, chicos de hasta 14 años o 15 años. Acá no importa la hora de entrada o salida, sino lo que preocupa es la cantidad de niños, porque son solo niños que se quedan afuera, que no entran y están con bebidas alcohólicas y cigarrillo en mano. Por supuesto que hay peleas entre los grupos, hay gritos, chicos descompuestos y tantas cosas más. Creo que es urgente y necesario que se controlen estos lugares, sobre todo a los quioscos, para que no les vendan las bebidas. Tenemos que cuidarlos, son nuestros hijos.
María Casanova