El Fondo Monetario Internacional (FMI) sigue demorando la decisión sobre un auxilio para la Argentina y en los mercados cundió el pánico, a tal punto que la Bolsa porteña se derrumbó más de un 6 por ciento. El principal aportante del FMI, Estados Unidos, todavía duda si avala o no el salvataje, a tal punto que el secretario del Tesoro norteamericano, Paul O'Neill, dijo que "Argentina está en una posición muy resbaladiza". Al respecto, el presidente argentino, Fernando de la Rúa, se negó a opinar sobre esas declaraciones aduciendo que no las conocía. Todas estas dilaciones hicieron reaparecer el fantasma de la cesación de pagos por parte de la Argentina.
O'Neill advirtió que Argentina está en "una posición muy resbaladiza" pese a que recibió un paquete de ayuda financiera por 40.000 millones de dólares en diciembre pasado. No obstante aclaró que Estados Unidos trabaja para lograr una situación financiera sostenible en Argentina.
Funcionarios argentinos negocian desde el viernes último con representantes del FMI una ayuda financiera extra para reforzar las reservas del Banco Central, que cayeron en las últimas semanas.
Estados Unidos, cuyo rol es determinante dentro del FMI, evalúa si es conveniente ayudar con fondos a la tercera economía latinoamericana, que no crece desde hace tres años y ha disparado temores de una cesación de pagos.
Al respecto, el presidente Fernando de la Rúa se negó a opinar sobre las declaraciones de O'Neill: "No conozco la declaración", dijo ante la requisitoria periodística en Santiago de Chile en donde está participando de la XV Cumbre de presidentes de países del Grupo de Río, junto a los mandatarios de Brasil, Chile y México.
Más consejos que plata
Por su parte, el director de relaciones internacionales del FMI, Thomas Dawson, señaló que "las cifras que se han estado difundiendo en los medios periodísticos de Buenos Aires sobre las negociaciones son exageradas".
Aun cuando no dio detalles, el vocero del Fondo adelantó que las conversaciones bien podrían continuar este fin de semana y "posiblemente" la próxima semana también.
En tanto, Daniel Marx, viceministro de Economía y encargado de dirigir la delegación argentina que está manteniendo las conversaciones en Washington, dijo que "las negociaciones -que ya llevan ocho días consecutivos- se encaminan a reforzar el actual programa de austeridad para alcanzar la meta propuesta por el gobierno de déficit cero este año".
Sin embargo, en el Fondo hay reticencias a abrir la canilla, sobre todo por la falta de un pronunciamiento efectivo de Estados Unidos.
En ese sentido, Paul O'Neill declaró que una "buena solución para la crisis argentina quizás no esté en un enorme flujo adicional de dinero sino en un poco de inteligencia".
Estas declaraciones abren la posibilidad de que las negociaciones del Fondo con el viceministro Marx terminen en un acuerdo inteligente más que una ayuda económica importante.
Al FMI le gusta el déficit cero
El vocero del Fondo, Thomas Dawson, dijo que las negociaciones con Argentina incluyen una discusión del plan de déficit cero implementado por el gobierno argentino.
"El FMI está satisfecho con las explicaciones que ha recibido del gobierno argentino sobre la implementación del plan para eliminar el déficit público", indicó el portavoz.
Dawson afirmó que la enorme deuda pública argentina es una de las cuestiones que están sobre la mesa de negociaciones, pero precisó que no es prioritaria en las conversaciones.
Una serie de economistas estadounidenses ha recomendado como única salida de la crisis argentina una reestructuración forzada de la deuda por considerar que su peso es insostenible, posición rechazada tajantemente por el ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Los inversores han temido que Estados Unidos decida abandonar a Argentina a las fuerzas del mercado, lo cual -estiman- llevaría al país a un incumplimiento en el pago de la deuda y a una devaluación del peso.