La Bolsa porteña se derrumbó ayer más de un 6% y el riesgo país subió 114 puntos como consecuencia de la indefinición sobre un acuerdo entre el gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional en torno de un paquete de asistencia financiera para hacer frente a la crisis del país. Las declaraciones del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O' Neill, respecto de que el país se encuentra "en una posición resbaladiza", no hicieron más que infundir confusión sobre el éxito de las negociaciones que el viceministro de Economía, Daniel Marx, lleva adelante para conseguir una ayuda de 15 mil millones de dólares. Por lo pronto, las conversaciones pasaron para la semana próxima.
En las últimas jornadas, el mercado había descontado con sucesivas subas la inminencia de un acuerdo con el Fondo por un paquete de ayuda para reforzar las reservas del sistema financiero argentino. Pero el anuncio tan esperado se demoró ayer por segundo día consecutivo, provocando una corrida vendedora en la plaza local.
El riesgo país de Argentina que mide el Embi+ que elabora el banco de inversión norteamericano JP Morgan creció 114 puntos básicos, como consecuencia de la caída de los títulos. Los bonos globales más líquidos, es decir la emisión 2008, cayeron 6,22% y, en el exterior, los FRB (tasa flotante) perdieron 4,81%.
El mercado accionario se derrumbó 6,04%, con un volumen de negocios que llegó a los 24,38 millones de pesos. En el sector financiero, el call money se recalentó. Se transó así entre 18% y 25% en pesos, a tres días. Los préstamos interbancarios en dólares se negociaron entre 10,5% y 12,5%, por igual lapso.
La caída del Dow Jones y el Nasdaq neoyorquinos, ante las malas noticias corporativas en Estados Unidos, no contribuyó a mejorar el clima en los mercados.
San Pablo sufre
La Bolsa de San Pablo también recibió un fuerte sacudón, acompañado por la depreciación de la moneda brasileña. El índice Bovespa se hundió 3,44 por ciento y el real en su relación con el dólar se cotizó a 2,522. El temor a un efecto contagio se expande por América latina. Por ello, los presidentes que participan de la cumbre del Grupo Río decidieron ayer dar un fuerte respaldo a la Argentina en función de que el Fondo Monetario libere un préstamo de contingencia para contener la crisis.
Sin embargo, la dureza de las negociaciones comenzó a exhibirse con crudeza cuando, temprano, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, aseguró que "la Argentina está en una posición resbaladiza" y que se está consumiendo demasiado dinero de los contribuyentes del país del norte.
A pesar de que tanto el presidente Fernando de la Rúa como Daniel Marx intentaron relativizar sus palabras, a los oídos de los inversores sonó como una negativa a avalar un paquete de salvataje financiero. El vocero del FMI, Thomas Dawson, salió a aclarar que Estados Unidos no se niega a dar su respaldo al paquete de rescate, pero aseguró que las negociaciones se extenderán hasta la semana próxima y advirtió que "se están generando demasiadas expectativas" sobre el monto respecto del cual se está discutiendo.
Fuentes del Palacio de Hacienda insistieron en señalar esta semana que la asistencia llegaría a 15 mil millones de dólares.
Para las próximas ruedas los expertos consideran que el mercado seguirá moviéndose en función del apoyo monetario externo y que una vez que se concrete se tranquilizarán los sensibilizados inversores.
"Todos los rumores que había de un posible anuncio para este fin de semana van a tener que esperar hasta la semana próxima", señaló Mariano Tavelli, manager de los fondos Tavelli Mix y Plus.
Mientras el ministro de Economía, Domingo Cavallo, se llamó a silencio, su segundo, Daniel Marx, intentó desde Washington poner un poco de calma. "Hemos acordado que la labor técnica está prácticamente concluída y estamos estudiando algunas propuestas que nos presentaron para fortalecer el programa argentino, ampliando el horizonte y con un panorama de decisiones", garabateó mientras los funcionarios del Fondo se preparaban a disfrutar del fin de semana.
La Ciudad
