Un dispensario del barrio Las Flores fue saqueado en la madrugada de ayer por desconocidos. A raíz del atraco unas ochocientas personas que asisten habitualmente al lugar se quedaron sin atención médica. El centro de salud comunitario Nº15 Juan Domingo Perón depende del área Programática del Hospital Provincial y está situado en Estrella Federal y Guardia Morada, en pleno corazón del barrio Las Flores sur. En los tres años que viene prestando atención médica y ayuda alimentaria a los habitantes de la villa emplazada en el lugar ya sufrió dos atracos, aunque el de ayer fue el más importante porque literalmente se llevaron todo el instrumental médico del dispensario. Ayer a la mañana, los agentes sanitarios y los tres médicos que trabajan en el lugar estaban desconsolados ya que el centro médico no podía funcionar. "Hoy se quedaron sin atención unas 800 personas que asisten diariamente aquí", comentó Mafalda Selaye, una empleada comunitaria. A las 7.30 Selaye llegó con una compañera al dispensario cuando tres personas esperaban para ser atendidas. La mujer atravesó la puerta y se encontró con un cuadro desolador: las ventanas enrejadas de los consultorios de pediatría y de clínica médica estaban forzadas. También habían violentado la enfermería. "Arrancaron las rejas y se metieron", comentó. Mientras caminaban sobre papeles destruidos, alimentos y remedios tirados en el suelo, la dos mujeres observaron que habían desaparecido dos balanzas, una electrónica y otra pediátrica, y varias manuales. También se percataron de que los ladrones también se habían llevado "tensiómetros, calefactores para esterilizar instrumental odontológico y cinco estufas, tres a cuarzo y dos a gas", según indicaron. Pero no sólo desaparecieron elementos médicos. También faltaban cajas de leche, alimentos y una máquina de escribir, aunque "vaciaron la heladera, pero no la llevaron porque no pudieron sacarla por la ventana", explicó Mafalda mientras se lamentaba por la desaparición de vacunas para prevenir "la hepatitis que valen 40 pesos cada una". Sin embargo, Selaye tenía una sospecha acerca de quiénes podrían ser los autores del atraco. "Creemos que (los que robaron) son personas de la zona, aunque nadie quiere hablar", contó mientras un policía de la subcomisaría 19ª registraba en un cuaderno los elementos que faltaban, rodeado por botellas vacías de gaseosas esparcidas en el suelo. La agente también recordó el otro atraco que sufrió el dispensario, aunque en ese robo (los ladrones) "sólo se llevaron espejos y una cafetera, pero en este (por el de ayer) nos saquearon", dijo. Selaye también se lamentó de que el atraco "no nos va a permitir ocuparnos por un tiempo" de los habitantes de la zona. Los médicos del centro de salud, según contó la mujer, atienden a la barriada que habita en la villa delimitado por "el terraplén y las vías y San Martín al 7500".
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