Los presidentes de las principales economías de Latinoamérica elevaron un fuerte reclamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que otorgue ayuda a la Argentina y que la crisis no se extienda por los mercados emergentes. El pedido llegó desde Santiago de Chile, donde se reúnen los mandatarios de los países del Grupo Río, frente a la demora del organismo internacional en anunciar un paquete de asistencia de unos 15 mil millones de dólares.
Contrariamente a lo que esperaba el gobierno argentino, el FMI no anunció ayer acuerdo alguno sobre las pautas del apoyo que negocia en Washington una delegación del Ministerio de Economía para enfrentar la crisis financiera. La demora dejó incluso en off side al canciller Adalberto Rodríguez Giavarinni, quien había asegurado por la mañana que el OK del organismo iba a conocerse durante la jornada de ayer.
El viceministro de Economía, Daniel Marx, estuvo reunido durante todo el día con el staff técnico del Fondo Monetario, cerrando los detalles de un acuerdo de asistencia que, como contrapartida, obliga al gobierno argentino a mantener a rajatabla la meta del déficit, recortar la coparticipación a las provincias y avanzar con las reformas en el Pami, el sistema de jubilaciones y el régimen de obras sociales.
Incluso, los mercados descontaron el aval del organismo con una nueva suba de la Bolsa y un descenso del riesgo país. La expectativa respecto del acuerdo elevó la ansiedad en los más altos niveles de gobierno. Marx se mantuvo en contacto durante toda la jornada con Buenos Aires y con Santiago de Chile para informar al Presidente de la República, Fernando de la Rúa, y al ministro de Economía, Domingo Cavallo sobre la marcha de las negociaciones.
En Santiago están reunidos 19 presidentes latinoamericanos que hoy comenzarán oficialmente las reuniones del Grupo Río. El tema principal es la crisis económica en Argentina. Por la tarde, los mandatarios de Chile, Ricardo Lagos, y de México, Vicente Fox, urgieron a la comunidad internacional a dar una rápida respuesta.
"Es cierto que lo que puede detonar es Argentina, pero lo importante es lo que preserva la existencia de los mercados emergentes a nivel internacional", dijo Lagos, quien señaló que "no es adecuado un sistema en el cual las dificultades financieras se propaguen a países que hacen las cosas bien y se ven enfrentados a situaciones complejas y difíciles".
El presidente Fernando de la Rúa llegó a la noche a Santiago y se reunió con sus colegas del llamado G-4, que agrupa a las cuatro economías más grandes del subcontinente: Brasil, México, Argentina y Chile.
El reclamo latinoamericano se hizo sentir en Estados Unidos, donde el presidente George W. Bush hizo saber a través de un vocero que había estado analizando el tema Argentina con sus asesores, mediante teleconferencia desde su rancho en Texas. Siempre sosteniendo la tesis de que la Argentina debía arreglar ayuda financiera a través del FMI.
El BM no presta
A pesar de los insistentes rumores, la directora del Banco Mundial para la Argentina, Myrna Alexander, expresó que no habrá ayuda adicional para el país fuera de los préstamos ya aprobados. En el mismo sentido, se pronunciaron voceros del BID, señalando que "no se contemplan nuevos préstamos para la Argentina".
En la delegación argentina que asiste a la cumbre del Grupo Río dijeron que a más tardar hoy por la mañana el FMI se pronunciaría respecto de la Argentina, algo que nadie se animó a aseverar en Washington. Con el nivel de expectativa existente, el canciller Adalberto Rodríguez Giavarinni anticipó por la tarde que el FMI daría una comunicación sobre el apoyo al país. Francisco Baker, vocero del organismo, contestó que no tenía nada para comentar al respecto.