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Proyecto iluso

Es notorio que los dirigentes argentinos hacen siempre lo contrario de lo que la razón, el sentido común y la experiencia acumulada por otros aconsejan, y para no ser menos, los concejales de Rosario y los comerciantes del centro hicieron exactamente lo contrario de los que planifican la urbanización y el funcionamiento de las grandes ciudades. Creer que por liberar el tránsito particular en el microcentro, este va a tomar un nuevo impulso comercial, es por lo menos iluso. Lo que se debería hacer es embellecerlo, arreglar las veredas, limpiar las calles y los locales abandonados, erradicar los perros vagabundos, evitar dentro de lo posible la mendicidad, los vendedores ambulantes y eliminar al máximo posible los obstáculos en la peatonal. Establecer seguridad, limpieza y urbanidad es lo que va a posibilitar la vuelta de los clientes, a pesar de la pavorosa crisis. Qué turista puede llevarse de Rosario una grata estadía, si hacemos todo lo posible para que nadie venga con una ciudad sucia, rota, insegura y donde se nota la desidia de las autoridades.
Francisco Agostinetti